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Visto y no visto

Cuando crees que me ves, cruzo la pared, hago chas y aparezco a tu lado? ¿Alguien recuerda este tema ochentero de Alex y Christina? El reputado periodista saudí Jamal Khashoggi, que entró en el Consulado saudí de Ankara a principios de octubre, no volvió a salir caminando, no cruzó una pared, y mucho menos apareció al lado de su familia, amigos y/o allegados. ¿Hizo chas y se evaporó? Todo apunta a que dicho chas se lo practicaron a él hasta convertirlo en picadillo y así poder sacarlo en bolsas de papel, que son más ecológicas. Demasiada delicadeza medioambiental, viniendo de un grupo torturador/descuartizador, encabezado por un forense. En sus últimas colaboraciones con importantes medios de comunicación a nivel mundial, denunciaba la falta de libertades en su país y la incredulidad sobre cambios a corto plazo. Error letal. Hasta los ciudadanos de la satrapía saudí, acostumbrados a masacres en Yemen y Catar, han reprobado tanta saña y tamaña salvajada. De repente, unos países se vuelven ciegos y otros sordomudos. ¡Oh, dólares sanadores de todos los pecados capitales! Al Jubeir, el primer responsable de Exteriores dijo: “Estamos decididos a levantar hasta la última piedra. Estamos decididos a castigar a quienes sean responsables de este crimen”. O sea, una de Aladino. ¿Habrá algo que el petróleo, tan negro, tan fúnebre, no pueda comprar o purificar??