Peligrosa deriva

Con preocupación y un contenido asombro, asistimos de un tiempo a esta parte aquellas y aquellos que creemos en la de democracia y las libertades, a una llamémosla peligrosa deriva que nos retrotrae a oscuras y negras páginas de la historia, donde unos tipos de cuidado, con oscuras y negras camisas, y en nombre de unas supuestas libertades, dejaron buena parte de los pueblos de Europa en la más absoluta desolación y destrucción, llevando a pueblos enteros enfervorizados a las más férreas formas de dictaduras. Aquello se llamó fascismo y nazismo, y aunque pareció erradicado, nada más lejos de la realidad. Las nuevas maneras que parecen tener estos modernos herederos (envueltos algunos en banderas patrióticas y otros que para nada ocultan sus formas chulescas y cierto matonismo), vienen a tener todos ellos un discurso similar, donde de nuevo se agita el miedo, nosotros o la hecatombe dicen o vendrá alguna especie de plaga horrible. Tampoco falta la intolerancia a los diferentes, la xenofobia, la homofobia y discriminaciones varias y coacciones encubiertas o no a las más elementales de las libertades. Ha pasado mucho tiempo entre estos y aquellos viejos tiempos, pero parece que no hemos aprendido nada, como una sociedad moderna que decimos ser. Permitimos, de alguna manera, esta de nuevo peligrosa deriva, si bien con formas nuevas pero con nostalgia de algo que a toda costa para nuestro futuro y el de nuestros hijos debemos de evitar.