Malos vientos para la democracia
Tanto el Partido Popular como Ciudadanos, cada vez que sus líderes o acólitos hacen algún tipo de declaración solo rezuman odio y ganas de hacer algo muy peligroso que ponga en jaque nuestra débil democracia. Vox y Democracia Nacional, partidos de la ultraderecha española, también están azuzando nuestra libertad con declaraciones totalmente xenófobas y se ve bien a las claras que están totalmente de acuerdo tanto con el PP como con Ciudadanos en temas tan actuales como volver a implantar en Catalunya el artículo 155. Quieren también que todo aquel partido político que no supere el corte entre un 2 y un 5% del electorado no ocupe escaño en el parlamento, con lo cual los partidos minoritarios, tanto nacionalistas como independentistas, dejarían de pertenecer al arco parlamentario. Estos mismos partidos citados son los que quieren dar honores militares de jefe de Estado, el hipotético día que los restos del fascista y dictador sean trasladados posiblemente a la catedral de la Almudena de Madrid con el beneplácito de la Iglesia española, esta que tanta veces defraudó a la parte más débil de la contienda en 1936 y se posicionó mayoritariamente dando su apoyo a los asesinos fascistas de aquella época. Fascistas fueron tanto Hitler como Mussolini y ya quisieran saber sus devotos seguidores dónde reposan sus huesos; también en este país hay miles de personas reclamando los restos de sus ancestros que se encuentran diseminados en multitud de cunetas del Estado español, torturados y asesinados. Estos temas de xenofobia, odio y muchos más que recorren nuestra geografía son los que están poniendo en un brete a nuestra débil democracia en la que nuevamente se vislumbra en el horizonte que las dos Españas están como estaban en el año 1934.