La melena política de Catalunya está tan enredada, que será necesario el empleo de mucho tiempo, sentido común y un peine indestructible en manos de madre paciente que sepa manejarlo. La candidata por Ciudadanos al 21-D, Inés Arrimadas, con un discurso claramente no nacionalista, ha ganado la Champions y la Europa League, pero no el Mundial. Es decir: es la primera mujer que vence en unas elecciones en Catalunya, y también la más votada de un partido constitucionalista. Sí, Inés Arrimadas. Ninguneada y menoscabada durante el proceso electoral, debates incluidos, por independentistas sectarios e intransigentes, los mismos que hasta hace poco sólo eran nacionalistas. Pero amanece un nuevo día, y la unión de la manada soberanista hace que la leona triunfante se acueste con hambre. “Al alba y con viento fuerte de Levante?” Catalunya continúa dividida en dos, dado que el independentismo, favorecido por la discreta aportación de un diputado más en el PSC, el descalabro PP y el resbalón de Comuns se lo pone en bandeja al grupo soberanista. Nada tiene que ver el torneo del resto del Estado con Catalunya. Mariano no se dará por aludido una vez más y quien pretenda ver el 21-D como algo más allá de unas elecciones autonómicas cometerá la equivocación número 156. Las incógnitas del huido Puigdemont y el encarcelado Junqueras no las peina ni una trilladora. Veremos...
