Regalar tecnología pensando en las niñas o los niños puede ser una estupenda opción, siempre que se use esta tecnología para ayudar en su desarrollo y aprendizaje. En las carreras técnicas cada día se está echando más en falta a las chicas, les cuesta animarse a seleccionar esta opción. Empezar en edades tempranas a sentir la tecnología como algo normal y no friki puede ayudar a dar la vuelta a esta tendencia tan negativa. Recuerda que no todo lo que se vende como tecnológico sirve para este objetivo. Tienes que hacer que pasen de meros consumidores digitales a utilizar la tecnología para desarrollar la creatividad, la lógica, la capacidad y habilidad para resolver problemas.

La robótica se puede convertir en un juego de niños. Hay tres elementos que juegan un papel fundamental en todo ello: la programación, el corazón de la placa de Arduino y la construcción de diferentes estructuras que se pueden desarrollar con una impresora 3D. Creo que las impresoras 3D son todavía demasiado complejas para poder entrar en el hogar como lo ha hecho una microondas o un ordenador pero hay dos proyectos que quieren cambiar esta realidad. La empresa vasca Tumaker y su impresora Voladd, quieren convertirse en el Netflix de los objetos. También BQ con su Witbox Go quieren demostrar que imprimir es muy fácil.

Kits de robótica basados en las placas de Arduino hay mil dentro de Internet. No vienen con un manual de instrucciones, ni hay una academia donde aprender a programarlos y a montarlos. Se trata de que aprendan a buscar por Internet los cursos y recursos gratuitos que existen. También irán descubriendo diferentes comunidades donde poder compartir ideas o donde resolver todas las dudas y nuevas inquietudes que les surjan.

Pero para aprender a programar además de todos los vídeos y manuales podemos iniciarlos con determinados videojuegos educativos. La versión educativa de Minecraft no tiene límites. Les permite aprender a construir objetos, estancias, explorar, descubrir y diseñar máquinas autónomas. Muy similar es Lego World, que te da las mismas posibilidades pero con los bloques que todos conocemos. El videojuego Rime. Sin texto ni diálogos, permite ser usado por los que todavía no saben leer ni escribir, a través de puzzles.