Conmigo o contra mí, ha sido la inmediata respuesta del residual PP de Vascongadas al anuncio del 155 y cual Ave Fénix se ha revuelto contra el hasta ahora ejemplo de “nacionalista moderado” a la sazón, el lehendakari.

Olvida Urkullu que, Euskadi, euskaldun, nacionalista, etcétera, son eufemismos utilizados por el estado español, para poder seguir jugando a democracia y nunca como respeto a los ideales políticos de nadie que no comulgue con la una, grande y libre.

Recuerde que, durante muchos años, todos estos términos eran sinónimo de cárcel y muchos demócratas de los de ahora, el PP y el PP vasco a la cabeza, nunca han condenado aquella época. En el fragor de la batalla algunos, que simulaban ser apóstatas, han proclamado que su “fe es inquebrantable” y que en situaciones extremas la inquisición, con vaselina por supuesto, es la vía hacia la luz, fundiéndose en un abrazo con el Pope, que hay que estar en la foto de la democracia española.

A algunos se les llena la boca aludiendo que en Alemania no están legalizados los partidos de ideología independentista, pero se les olvida que todo lo que recuerde al nazismo está prohibido. Pero lo de aquí con Franco les parece que fue otra cosa y además para el bien de todos, que sino los rojos?.