Con nocturnidad y alevosía
Como un elefante en una cacharrería. Así han entrado las fuerzas policiales en el “estado catalán”, han demostrado su fuerza y su poderío, registrando, deteniendo y manteniendo en vilo a la población catalana.
¿Qué arregla este sometimiento? Parar la solicitud del pueblo catalán de referéndum, no son formas democráticas ni del siglo XXI, para un estado que se considera ejemplo de democracia y de diálogo.
Mal vamos, peor camino llevamos si pretendemos poner mordaza al pueblo catalán y quitarle de la cabeza ese sueño de soñar en libertad.
El pueblo vasco, hermano del catalán, con aspiraciones parecidas se cree con la fuerza de la razón para decir que ¡basta ya¡ de fuerza policial, de judicializar la vida pública catalana.
Los países de Europa observan atentamente “ el comportamiento atípico “de un gobernante español ante el requerimiento del pueblo catalán, existe un desconcierto total en la política española. Los que mantienen el poder a base de fuerzas armadas y los débiles que solicitan aquello que por derecho les pertenece, la democracia, la libertad y la solidaridad entre los pueblos.
Haganselo mirar, pues los síntomas de hoy día por parte del PP, son semejantes a aquella enfermedad que sufrimos durante 40 años, cuando “un cirujano” nada especialista, llamado Franco, cortó en seco todo atisbo de libertad y democracia y que llenó las cunetas de la geografía española pues impuso su dictadura férrea.
El futuro reconocerá a los pueblos que elegantemente han sabido responder a las peticiones de los ciudadanos, no con castigos sino con democracia.