Síguenos en redes sociales:

¿Tiene solución el fracaso escolar?

Siglo XXI, seguimos padeciendo el mismo trauma pedagógico, el fracaso escolar o la falta de éxito educativo. En el siglo pasado se ensayaron diversas fórmulas para rescatar de ese fracaso escolar a los más débiles, los alumnos y alumnas. Parece ser que no se encontraron soluciones idóneas y el tema del fracaso escolar sigue coleando. Se pusieron en marcha muchos programas actualizados de lugares de Europa y EE.UU.; hasta se llegaron a crear Comunidades de Aprendizaje, Altas Capacidades, Filosofía para niños y niñas y un sinfín de recetas más. Todo quedó en un sueño y el siglo XX se daba por finalizado, se había llegado a la Luna, habíamos descubierto miles de cosas, habíamos dado pasos muy importantes en informática, tecnología; pero en Enseñanza- Educación no lo habíamos sabido hacer, nos habíamos quedado cortos.

Ahora, en el siglo XXI se habla como remedio para subsanar el fracaso escolar, leer en cada asignatura media hora a la semana, hacer una tertulia literaria por trimestre, ampliar el fondo de las bibliotecas, introducir en las reuniones de tutoría con las familias orientaciones sobre el desarrollo de la comprensión lectora, acompañadas de propuestas y actividades concretas, encuentros con autores, cuentacuentos, etc. No en vano, la lectura es una herramienta indispensable para el aprendizaje de todas las materias.

Pero se olvidan lo principal y donde radica el problema “la enseñanza de la lectura”. Alumnos y alumnas presentan serias dificultades para leer y para comprender lo que se lee. Ensayemos, investiguemos, pero la realidad está en el día a día. Si el docente lee a menudo, si la familia lee, si los niños y niñas ven leer, el contagio viene a continuación y el deseo por la lectura se convierte en irrefrenable.Recordemos que a andar se aprende andando y a leer, leyendo pero siempre con alguien que nos acompañe en el camino.