La riqueza sin conciencia
El salafismo, como toda ideología de extrema derecha, rechaza igualmente cualquier avance sociopolítico en la sociedad. Es particularmente la democracia y el laicismo, responsables de “corromper la fe musulmana”. Los contratos de 10.000 millones de los estados europeos con Arabia Saudí y los países del Golfo ciegan a los gobiernos e impiden una lucha efectiva contra las raíces del extremismo islámico y «la ideología radical y violenta que transmite Arabia Saudí a los terroristas». La vía pacífica y pedagógica de la predicación islámica es financiada generosamente por los gobiernos de Arabia Saudita y Catar en todo el mundo.
Un funcionario francés especialista en terrorismo, hizo un análisis de la expansión del extremismo en Europa. En síntesis, Arabia Saudí y los países del Golfo financian la expansión del salafísmo (la doctrina que alimenta el odio y la violencia) para influir en Europa a largo plazo. Los gobiernos europeos no actúan con contundencia contra los focos salafistas para no enemistarse con los señores de los petrodólares. Además, Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica y España tampoco quieren arriesgar sus contratos multimillonarios de exportación de armas a esos mismos países.
¿Tenemos que recordar los días en que todos fuimos Londres, París, Berlín, Bruselas o Madrid? El terrorismo yihadista, el delirio del Estado Islámico; supuran miseria, desesperación y un dolor infinito. Pero en la trastienda de las tierras hay despachos alfombrados, cuentas bancarias millonarias y el delicioso glamur de la riqueza sin conciencia. Quizá todos somos víctimas? pero unos más que otros.