Hacer posible lo que es necesario, el espíritu de servicio, la fe en el pueblo, la iluminación y la belleza de lo que es propio de uno, estar alerta al poder centrista para no dejarnos contaminar, paz y justicia porque sin justicia no hay paz. El nacionalismo aporta salir de la miseria, liberación, integración con otros, universalismo y no encerrarse en la propia cultura, derechos humanos, denuncia del Estado opresor, impulsos generosos siempre hacia un futuro nuevo, amor al País, utopía e implantación de ideas y proyectos honrados, de industrialización y de productos y procesos ingeniosos. El hecho nacional de diferencias no ha de servir para negar lo positivo del nacionalismo, la posibilidad de estructurar la unidad de una sociedad con culturas y nacionalidades múltiples en un marco colectivo plural, sin miedo a perder lo que es propio de uno en un proceso de justicia y de libertad para todos.