ESTOS días vamos a oir hablar del petirrojo -en euskera, txantxangorria-, un pájaro europeo de aspecto atrevido y carácter sociable y curioso. Pero, lasai, esto no va de ornitología. Euskararen txantxangorria, el petirrojo del euskera, es un símbolo que empezaremos a ver por todas partes, una invitación a usar nuestra lengua, lo mucho o poco que sepamos de ella, en casa, en la calle, con la cuadrilla o en el trabajo. Una sugerencia a hacerla presente y hablarla. Allí donde lo veamos tendremos un reclamo para dirigirnos a nuestro interlocutor en euskera. ¿Lo intentamos?