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¿Qué pasará con la infanta?

ME da la sensación de que el nuevo año ha comenzado con el pie un tanto enrevesado, sobre todo para la realeza. Los reyes, no sé si magos o no magos, parece que se encuentran en horas bajas. Los reyes, desde luego, no se han comportado como los magos Melchor, Gaspar y Baltasar, que traen regalos y esas cosas, no. La infanta Cristina, por ejemplo, se santigua por encontrarse imputada en el caso Nóos y... hasta veinte personas se sientan con ella en el banquillo. El comienzo de año no ha podido ser más espectacular. Los de a pie estamos boquiabiertos ante los hechos que se juzgan en Palma de Mallorca con la infanta Cristina imputada por presunto blanqueo de capitales. La señora exduquesa y sus amistades comienzan bien el año. ¡Y nosotros sin poder hacer las camas! ¡Manda carallo!, que dirían en Ourense.

El abogado Miquel Roca asegura que se siente satisfecho tras la primera jornada del juicio, pese a que la infanta Cristina se enfrenta hasta a ocho años de cárcel y a una multa que podría sextuplicar el importe de lo defraudado, según algunas fuentes, por dos delitos de cooperación en fraude fiscal. Y nosotros sin enterarnos. Corazón, corazón, ¿dónde andamos?

Nosotros, al menos, hemos discurrido con cierta tranquilidad junto a la ribera de nuestro río, sí, sí, el que va a desembocar a Deba. Y, así, con toda la fuerza del mundo, nuestro Deba continuará marcando la pauta para la ribera aunque, de vez en cuando, se desmadre de su cuenca hacia? ¡Bah! ¡Nimiedades!, sí, porque, de ser condenada, señora Cristina, infanta, de ser acusada de todos los delitos, se enfrentaría a 16 años de mako y una multa de la pera marinera. Así que, señora, aquí lo dejamos si no le importa con multita y sus cositas.