Y las víctimas ¿qué?
La inmensa mayoría de nosotros que hemos visto y escuchado las imágenes que nos llegaban desde Paris, quizá nos han sobrecogido, indignado y puesto el corazón en “puño”. Digo la inmensa mayoría porque he podido escuchar conversaciones y opiniones de todo tipo (con todas sus razones). Desde que esto se veía “venir”, que sus motivos tenían los autores de tal “masacre”, y las condenas con la “boca pequeña” ante semejante horror. Se ha hablado y se hablará en tertulias y debates televisivos, sobre las más que probadas “conexiones” o financiaciones de las potencias occidentales a grupos armados supuestamente terroristas para sus intereses ya sea en el oriente próximo, en las guerras de Siria, Irak sin olvidar al que se considera el mayor “contribuyente” de todos, la férrea y todopoderosa Arabia Saudi. Cada vez que ocurre un hecho de esta magnitud, se nos pone en alerta de que los siguientes tal vez seamos los nosotros (tenemos un buen precedente, el 11-M) en que nos toca de cercas. Tal vez los gobiernos occidentales deberían de mirar menos por sus propios “intereses” y no echarse las manos a la cabeza ante tales hechos y buscar soluciones que no sean solamente de carácter bélico. Y en medio de todo esto están las víctimas. ¿Buscaran de verdad los gobernantes y políticos su propio bienestar, y que se les consuele y repare debidamente? ¿O solo buscarán los titulares de turno? Las víctimas son siempre al final las grandes olvidadas y aquellos que quizá instalados en la “comodidad o indiferencia” vean esta? No tengo palabras, como algo “normal” que nadie absolutamente nadie estamos, digamos, a salvo, que nos pueda “tocar”.