La mala ‘educación’
Muchos desconocen que hay programas subconscientes que dirigen nuestro día a día. Saberlo es importante, imprescindible diría yo, para recuperar el control de nuestras vidas. Cuestión esta no sencilla, pues es más fácil seguir disimulando y cumplir las expectativas de otros. Vivimos intentando caer bien y haciendo lo apropiado para ello, ocultando nuestros sentimientos. Nos sentimos mal, además, si no cumplimos con las expectativas. De otros. Pues aquellos que tienen la osadía de salirse de las exigencias del programa (inconsciente, como he dicho), son juzgados y condenados de egoísmo. En la escuela, nuestros hijos e hijas han sido educados, salvo honrosas excepciones, en un modelo que alimentaba la competitividad y el utilitarismo. Más que aprender a conectar con uno mismo, con los talentos individuales, y actuar desde ahí con auténtica responsabilidad. Que no es, como nos han enseñado las religiones establecidas a hacer lo que se debe, sino, de forma muy distinta, atender a la propia conciencia individual y responder con habilidad ante los restos.