ES muy difícil ponerse en el lugar de las familias de las víctimas de una tragedia como la del avión de Germanwings, más aún estando en el foco mediático y conociendo los detalles de cómo sucedió. Pero lo que es inimaginable es el sufrimiento de los allegados del tristemente famoso Andreas Lubitz. “Estaba hundido; completamente abatido. Me pareció ver a un hombre que cargaba a sus espaldas todo el drama”, ha dicho del padre del copiloto el alcalde de una aldea cercana al lugar del accidente. Dicen que ha llorado y rezado con los familiares de las víctimas. Muerto en vida.