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Censo

LA mejor prueba de que el independentismo escocés no basa su aspiración en la reclamación histórica, o no sólo en ella, es el censo para el referéndum. Hoy votan los residentes en Escocia, vengan de donde vengan (incluidos 350.000 ingleses), porque a ellos les pertenece el presente. No están, sin embargo, los 750.000 escoceses de la diáspora. También vota el futuro: mayores de dieciséis años. No sé quién insiste en decir que el nacionalismo es anacrónico. Yo lo veo muy de su tiempo.