NO es fácil imaginar las vicisitudes que la directiva del Athletic y las instituciones de San Mames Barria habrán tenido que superar para llegar con puntualidad a un evento como el que el club celebra hoy: el partido que el equipo disputará con el Nápoles será una inmejorable ocasión para presentar el campo -prácticamente finalizado- a propios y extraños, y un resultado positivo convertiría el encuentro deportivo en el primer capítulo de la renovada historia que el club centenario, su nuevo campo y su comprometida afición están a punto de empezar a escribir. Quizá lo lograríamos si hiciésemos el ejercicio de imaginar cuál sería el estado de ánimo general si llegado el día de hoy la obra hubiese estado sin culminar o si los socios, nuevos y antiguos, no hubiesen tenido asegurada su entrada al campo, o si el proceso de elección de localidades no se hubiese desarrollado de forma organizada y satisfactoria. Pues bien, ya ha llegado el día señalado y justo es reconocer que el complejo proyecto de San Mamés ha arribado a buen puerto. Es probable que aún pueda surgir algún problema pero la diligencia mostrada hasta la fecha hace confiar en que pronto quedará en el olvido. Hoy preferimos reconocer el pacto in-terinstitucional que hizo posible que Gobierno vasco, Diputación, Ayuntamiento y BBK sumaran su esfuerzo al del Athletic para impulsar este proyecto. También recordamos la decision del equipo de García Macua de reducir el tamaño del proyecto original, a la vista de los nubarrones que la actividad económica presagiaba y que han terminado por paralizar proyectos de otros clubs. Son destacables el cumplimento de los plazos establecidos para las diferentes fases de la obra y la forma en que Urrutia y su equipo han organizado el proceso por el que los socios han elegido su asiento. Y nos parece modélica la actitud con que afición y directiva han abordado las incomodidades y quejas propias de una obra de esta envergadura. Hoy nos congratulamos porque la construcción de San Mamés se haya convertido en un motivo de satisfacción, nos felicitamos por la calidad deportiva que ha llevado al equipo a la Champions y deseamos que el espíritu que ha forjado la personalidad del Athletic brille en el futuro y demuestre que la decisión de construir el nuevo campo era necesaria para consolidar su proyecto.