fUENTES autorizadas del Partido Popular han hecho saber que Rajoy se encuentra firmemente decidido a modificar la Ley Electoral General con el objeto de cambiar el procedimiento de elección de alcaldes, y que a fin de que entre en vigor antes de las elecciones municipales de 2015 ha ordenado a los responsables de su partido la redacción de los borradores precisos para que el anteproyecto llegue a las Cortes a mediadios de octubre. El partido de Rajoy argumenta que la ley actual, salvo en los casos de mayoría absoluta, no garantiza que la lista más votada se haga con la alcaldía, ni que los ciudadanos puedan elegir directamente a su alcalde. También aduce que permite la formación de coaliciones que no representan la voluntad mayoritaria de los electores o que deja vía libre para que las actuaciones de los tránsfugas terminen modificando las mayorías elegidas en las urnas, de forma que los gobierno locales que llegan al final de un mandato, en ocasiones, poco tienen que ver con los que lo iniciaron y por lo tanto con la opinión manifestada por los electores en el momento de la votación. Sin duda se trata de argumentos que merecen ser analizados con el objetivo de mejorar la representatividad de las instituciones y acercarlas al ciudadano. Pero el repentino empeño de Rajoy en esta cuestión deja en el aire una serie de preguntas a las que ni él ni sus compañeros han dado respuesta de momento y que deberían quedar aclaradas antes de cualquier cambio. El procedimiento que establece la elección de los alcaldes ha estado en vigor desde las primeras elecciones municipales de 1979 y nadie ha dado pasos serios para su modificación. ¿A qué viene la urgencia de Rajoy en hacerlo ahora, e incluso a hacerlo sin el apoyo de ninguna otra fuerza política? ¿Por qué se plantea el debate de cara a la elección de alcaldes y no para la de presidentes autonómicos o incluso para la designación del presidente del Gobierno de España? Si de lo que se trata es de acercar los gobiernos municipales a sus electores, ¿por qué no proponer un sistema de listas abiertas que permita al ciudadano romper la barrera que existe actualmente? Ante la falta de respuestas queda la duda de si asistimos a un nuevo globo sonda o si por el contrario debemos pensar que el PP no busca otra cosa que asegurar su poder municipal.