Síguenos en redes sociales:

Un ataque al núcleo del autogobierno

La corriente centralizadora que se impulsa desde el Gobierno del Estado trata ahora, con la crítica al Cupo, de inocular a la opinión pública un falso concepto de “privilegio” que vincula al Concierto y su bilateralidad

LA alusión directa y crítica al sistema de Cupo realizada por Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada y experto encargado por el Ministerio de Hacienda del diseño de la nueva metodología de cálculo de las balanzas fiscales hechas públicas ayer, supone un ataque gratuito al capítulo II de la Ley de Concierto Económico -inmodificable, por tanto, sin acuerdo previo entre las partes- y en consecuencia al principal mecanismo del autogobierno en materia económica. Y que el profesor De la Fuente lo realizara de manera pública y en la misma rueda de prensa en la que presentaba el resultado de las cuentas públicas territorializadas permite considerarlo más allá del carácter personal con que él mismo pretendió calificar su opinión. Especialmente porque nadie en el Ministerio de Hacienda ha tratado de corregir una posición que, además, ha sido compartida por buena parte de las cúpulas de los dos principales partidos de ámbito estatal en función de una pretendida pero inexistente “falta de solidaridad” del Concierto. Tampoco es casual que dicha teoría se esgrima en coincidencia con la presentación de una balanza fiscal que, según los cálculos presentados, beneficiaría a Euskadi en 1.576 millones merced a una metodología que ya ha sido cuestionada -por ejemplo, desde Catalunya- por utilizar únicamente el criterio de carga-beneficio y no incluir el del flujo monetario... cuando no se pone en cuestión el régimen fiscal propio sino el método de cálculo del Cupo que explicita el Concierto Económico, quizás porque incluye la bilateralidad, contraponiéndolo con el “razonable” Convenio navarro. Dicho cuestionamiento del Concierto, ignorando además que este emana tanto de los derechos históricos y forales, protegidos por la Constitución, como de los pactos fundamentales que permitieron abordar la transición a la democracia, forma parte en realidad de la corriente recentralizadora que se impulsa en el Estado español y trata de inocular en la opinión pública un falso concepto de “privilegio” vinculado al autogobierno vasco. Con el evidente contrasentido de que sean los aledaños del Gobierno Rajoy, que ha fomentado la desigualdad social y recortado los servicios, quienes esgriman como razonamiento una “deseable” igualdad en los servicios públicos para todo el Estado que sin embargo no se pretende por homologación del resto a los más elevados niveles logrados en Euskadi.