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Previsiones y realidad económicas

Los análisis que avanzan creación de empleo y anuncian crecimientos cercanos al 2% para 2015 contrastan con la reducción del gasto familiar y el enquistamiento del paro en capas sociales concretas y claves para la recuperación

LAS cifras macroeconómicas y las previsiones gubernamentales en torno a la superación de la crisis económica, los famosos y ya viejos brotes verdes, no terminan de germinar, mucho menos de florecer, en lo que se refiere a la economía real que soportan las familias. Especialmente entre las capas sociales más necesitadas y la mayoritaria clase media. Por mucho que los informes bancarios avancen una creación de 400.000 empleos en el próximo año y medio y que la Comisión Europea corrija sus previsiones de crecimiento para el Estado español situándolas en el 1% este año y en el 1,7% en 2015, a punto de culminarse el segundo semestre del año la economía familiar sigue forzada al ajuste. Por quinto año consecutivo, el gasto medio en los hogares del Estado español ha debido reducirse. Nada menos que un 3,7% respecto a 2013. Pero si a ese dato se añade el hecho de que en apartados ineludibles del gasto este ha aumentado (un 8,6% en enseñanza, un 9,2% en medicamentos o un 1,8% en servicios de vivienda), se deduce que la capacidad adquisitiva de las familias, y por tanto lo que se considera consumo real, se ha reducido bastante más de lo que indica la estadística; con su consiguiente influencia en el retardo de la presunta recuperación económica. No en vano, la franja de la población que debería soportar esa recuperación, a partir de los 45 años, es junto a los jóvenes que aún no han logrado su primer contrato la que más sufre los rigores del desempleo. En el primer trimestre de 2014 nada menos que 40.700 desempleados por encima de esa edad, de los que el 86% son mujeres, han salido a buscar empleo. E incluso en Euskadi, la comunidad con menor tasa de paro y con más capacidad de gasto familiar del Estado, el número de parados de más de 45 años ha crecido en los últimos siete años casi un 250% y supone un tercio del total de parados, con el agravante de que la gran mayoría, en torno al 70%, lleva ya más de un año si trabajo. Los datos, en cualquier caso, son consecuencia de las políticas económicas recesivas impuestas en el Estado y en Europa, políticas que contrastan sobremanera con las de las dos economías, Japón y EE.UU. que sí comienzan a superar la crisis, esta última con previsiones de alcanzar el pleno empleo en 2017... y recomendaciones del FMI de aumento del salario mínimo para incentivar el consumo y apuntalar la recuperación económica.