Nafarroa necesita una salida democrática
Las conclusiones de la comisión de investigación avalan injerencias, irregularidades y presiones en Hacienda y los débiles argumentos de Barcina sitúan a las urnas como única salida aceptable
lAS duras y rotundas conclusiones aprobadas por la mayoría de los miembros de la Comisión de Investigación del Parlamento navarro confirman la existencia de injerencias, intromisiones, presiones, intentos de trato de favor e incumplimientos de la ley por parte de Yolanda Barcina y Lourdes Goicoechea en la Hacienda Foral navarra. Tanto el transcurso de las sesiones de la comisión como sus valoraciones finales -excepto UPN y PP-, confirman la veracidad de las revelaciones de la ex directora gerente de Hacienda, Idoia Nieves, y acumulan suficiente información para hacer insostenible el discurso apañado por la presidenta Barcina de que no ha pasado nada. Es cierto que la extensión generalizada de la corrupción en el ámbito de la política -con decenas de cargos públicos asentados cómodamente en sus sillones pese a estar incluso imputados judicialmente-, parece dar carta de naturalidad a lo que no es aceptable ni ética, ni democrática, ni legalmente en la asunción de responsabilidades políticas. Goicoechea y Barcina no han logrado refutar o desmentir ninguno de los hechos que dieron paso a la Comisión de Investigación. Al contrario, los han asumido en su mayoría tratando de dar absurdas justificaciones y dejando en evidencia que si no llegaron a buen fin fue únicamente porque la dirección y los técnicos de Hacienda lo impidieron. Incluso han aparecido nuevas vulneraciones legales por parte de Goicoechea o se ha descubierto un burdo intento de manipulación de Barcina de un e-mail que le atañía a ella misma directamente. A estas alturas, en que una crisis permanente acompaña al desgobierno de su gabinete, todo ello es ya difícilmente aceptable por la sociedad navarra. De hecho, sus intentos desesperados de presionar a Rubalcaba y al PSOE (o de involucrar a Rajoy) para exigirle que tumbe a la dirección y militancia del PSN con el fin de poder seguir de presidenta un año más son una evidente muestra de desesperación y debilidad. Más aún cuando la verdad de los hechos y el paso del tiempo devalúan como asunto de interés mediático en Madrid el recurso a Bildu o al miedo como argumento de defensa. Las irregularidades en Hacienda son la guinda a un pastel de despropósitos y errores que han sumido a Nafarroa en una profunda crisis institucional, política, social, presupuestaria, fiscal y económica. La cita de los navarros con las urnas es la única salida democrática aceptable ahora.