Dando forma al futuro
Dando forma al futuro, con la participación efectiva de todas las edades. Los estereotipos y el cambio sociológico auspiciado por la fuerza emergente de las personas mayores va siendo comprendido y asimilado por la sociedad. Y no puede ser de otro modo, porque estamos hablando de una revolución social silenciosa, tan potente, que afecta de pleno al ciclo vital de cada persona, y que está transformando radicalmente la percepción que tenemos de nosotros mismos y de nuestras posibilidades conforme cumplimos años. Las sociedades, los gobiernos y todos aquellos que vivan de espaldas al envejecimiento en el mundo, olvidan dos cosas; "primero, que guste o no, el envejecimiento es una realidad y segundo, que no prever y proveer soluciones para esta circunstancia supone, no solamente una injusticia sino, también un estancamiento económico en el mundo". Se prolonga la esperanza de vida y por tanto se vive más y con ello aumenta el envejecimiento con las necesidades que ello lleva consigo, "si no se prevé, si no se provee" no se podrán cubrir las necesidades imperiosas tanto económicas, sanitarias, culturales, etc... La sociedad debe concienciarse de que, el envejecimiento es un logro social y que los mayores también tenemos derecho a participar dentro del rol que nos corresponde. Creo que va siendo hora de cambiar los estándares y empezar a pensar en moverse de abajo a arriba, para que los que estamos en la calle seamos los que aconsejen a los que toman las decisiones, fortaleciendo así la perticipación de los mayores en el diseño de las politicas sociales, dentro de lo que debe considerarse como democracia participativa. Y, es que, participar plenamente en la sociedad es un derecho cuyo objetivo contribuye a asegurar un evejecimiento activo, y esa es, nuestra seña de identidad.