Otro circo
LOS socialistas no levantan cabeza. Tienen el rumbo de su política tan perdido desde la época de Zapatero que, en ocasiones, se ven obligados a asumir postulados de la derecha de la España más cañí... y no casualmente para desacreditar a Euskadi. En esta ocasión, han sido los socialistas catalanes quienes han arramblado con el Concierto Económico vasco, al que consideran un privilegio en estos tiempos de crisis en los, según ellos, la solidaridad es el único camino a recorrer. La pela es la pela, dicen los catalanes. Que el mundo está lleno de caraduras, lo hemos constatado más de una vez los vascos. Porque se precisa un rostro pétreo para decirlo tras la desastrosa gestión del tripartido encabezado por el socialista Montilla, que dejó las arcas de la Generalitat llenas... de enormes deudas. Aproximadamente, como sus correligionarios vascos en los tres años y medio que pasaron en Lakua. Y para colmo la actitud del PSC ha tenido un efecto multiplicador en otras federaciones socialistas, quizás como toque de atención a posibles candidatos a suceder a Rubalcaba en la poltrona de Ferraz. Más concretamente, a algún aspirante vasco que lleva tiempo haciendo campaña y codos -además de poner alguna zancadilla-, pero a quien le puede salir el tiro por la culata. Pero no nos equivoquemos: el PSE de López, en su ideario (si lo tiene), pide más solidaridad a Euskadi a la hora de hacer los números del Cupo. La familia socialista española entona el mismo himno.