Carpanta no puede con el hambre... y el sueño
como los Pumas no le montan un escrache a la productora de El conquistador del fin del mundo a pesar de estar en Argentina, el país que los inventó, no salen de pobres y siguen sin casa y sin comida. En Villa Cóndor, en cambio, se están poniendo morados a bifes y no se recatan a la hora de mostrar sus bienes, como el rico Epulón de la Biblia. Pero la indigencia no es el único problema del equipo rojo, que también anda escaso de inteligencia y de suerte. ¿En qué piensa su capitana cuando acude a las reuniones? ¿Se acuerda de León o de la medalla que ganó en Albertville? Desde luego no va concentrada y en Alcatraz se masca la rebelión. Sus pupilos la ponen verde por detrás y también a la jeta y Iantzi le mete las gomas por sus equivocaciones de forma que ya no hay quien reconozca a Happy Blanca, que se está mosqueando. "Si llegamos a perder, no voy a tener yo toda la culpa", aseguró aceptando en parte su responsabilidad pero visiblemente molesta. El rodeo patagónico terminó fatal para los Pumas, tanto que Jauregi cree que va a volver a Azkoitia "a cachos" y Armada afirmó que no ha ido allí para dejarse "una pierna mal para siempre". El benjamín de esta edición, que ha estado tres semanas obsesionado con comer y descomer, pasó su última noche en el concurso despierto por el dolor "viendo la luna y el sol". "A mí me gusta sufrir", dijo en el casting, pero al final, además de hambre ha pasado sueño y se ha despanzurrado la rodilla. Con todo no se puede, así que ha decidido regresar a Zorno-tza a los sones de su alboka y en busca de los platos que cocina su amama. Para despedirle, Iantzi no sacó un alfajor, como hizo con Pepe, sino que se estiró un poco más y le dio un plato de arroz. ¡Hombre!, con lo estreñido que andaba el chaval no parece una buena idea, pero lo cierto es que rebañó hasta el último grano... El joven Carpanta ya puede hincarle el diente a ese bocadillo de chorizo del que hablaba a todas horas y puede que haga suya esa frase de Pascal que dice que "todos los infortunios del hombre vienen de no saber estarse quieto en un lugar". Goku, nuevo Cóndor, no se ve "con la necesidad de ser líder de este equipo", lo que demuestra que es vanidoso pero no tonto de remate porque no es probable que Juanito le cediera sus atribuciones pacíficamente. El raca-raca de este chaval no tiene remedio, es tan cansino como el viaje de Willy Fogg que va a hacer Chris. ¡No sé cómo sus compañeros no se tiran de cabeza al río Futaleufú para no oírles más. Si algo queda claro en estos programas es que lo mejor para durar es pasar desapercibido, mimetizarse con el paisaje. Entre los supervivientes hay varios (y sobre todo varias) cuyos nombres todavía son confusos para los espectadores (y para Juanito) porque apenas han participado en Juegos de Inmunidad o Duelos. "Ten más de lo que muestras, habla menos de lo que sabes". El que siga este consejo de Shakespeare será el ganador.