Nuevo palo al laicismo, toca retroceder. Es la lucha de clases en el tema de la educación. El ministro monstruo Wert, el toro, defiende la religión católica en la escuela pública que es catequesis, una aberración contraria a la ciencia y a la escuela. Impone la asignatura alternativa a la religión, trata con mimo a la enseñanza privada y a la concertada y suprime educación para la ciudadanía. Esto significa la divinización de la idea de España, el falangismo del franquismo.

Wert coloca al castellano en posición de primacía y dominación, marginando al euskera y al catalán cuando todo funcionaba satisfactoriamente. Se van quitando la careta de centro derecha electoral, abren nuevos frentes contra vascos y catalanes que son del agrado de los castellanos para distraer y tapar los problemas verdaderamente graves: paro y más paro, huelgas y manifestaciones de todos los colectivos posibles, corrupción, enchufismo o incompetencia.

El PSOE es casi lo mismo, ya se encargaron los que realmente mandan de desnaturalizarlos para que entrasen a formar parte del turno de partidos nacional, vocación de mayorías que dice Felipe González.

La Iglesia está detrás de Wert desde su logia Conferencia para conducir a las quejas a sus pastos. Wert no es más que un tonto útil. ¿Qué obtendrá el ministro de enemistarse con todos?

La Iglesia católica a la sombra, erre que erre en sus trece como el Papa Luna sin dar su brazo a torcer, sin bajarse del burro, barriendo para casa, ahora con el tema de la educación. Siguen en sus falsos postulados que han transformado en axiomas por la gracia de Dios ante la trágala panoli casi general.

Si discrepabas te mandaban a la inquisición, como a los llamados herejes de Durango, porque no hay razones. Más de 1.500 quemados vivos en España según H. Kamen, conviene recordar.

Que un equipo de investigadores multidisciplinar emita un informe técnico sobre ciencia, fe y verdad. Quinientos años tardaron con Galileo, casi mil con el Limbo y el Purgatorio. El infierno está cada día más lejos, dice Borges. Siembra la semilla religiosa y lograrás dividir a la gente, como en Egipto.

Abramos los ojos aún más allá para ver su impostura milenaria y cómo nos mandan a la mierda porque se consideran elegidos.