Miedos
He nacido en los años 60, y por tanto he tenido la suerte de gozar de los mejores 50 años que en la historia haya podido vivir una sociedad (no creo que en los últimos 2.000 años en nuestro entorno ninguna sociedad haya tenido nuestras condiciones de vida). Pero si ahora escribo esto es porque tengo miedo a perder el bienestar del que ahora gozamos.
Yo quiero una educación y una sanidad de calidad y gratuitas. Quiero que nuestras carreteras estén en condiciones; soy de pueblo y quiero que exista una buena red de transporte público, y también una atención digna para nuestros mayores; una atención especializada para las personas con dependencia. Quiero ayudas para los desempleados, incentivos a los emprendedores, quiero que las asociaciones sin ánimo de lucro sigan recibiendo ayudas para poder seguir funcionando; y que los museos y centros culturales sean subvencionados para que podamos visitarlos. Quiero poder seguir accediendo al polideportivo de mi pueblo, a la biblioteca, a la casa de cultura, y a la escuela de música … y creo que para que la mayoría de gente podamos disfrutar de todo esto es necesario que sea el Estado el que lo controle, y no la gestión privada.
Creo que el Estado es un corrector de desigualdades, y que es por eso que en estos últimos 50 años estábamos consiguiendo hacer desaparecer esas desigualdades gracias a los servicios púbicos.
Me da miedo cuando oigo o leo expresiones a favor de que "el Estado interfiera lo menos posible en la sociedad", o que "el Estado adelgace a favor de la gestión privada", o de que "la gestión pública es más cara que la privada".
No soy historiadora, ni economista, ni socióloga, pero tengo claro que no me gusta el liberalismo, porque aunque viene de la palabra libertad, se está refiriendo a la libertad de solo unos pocos, de los que económicamente andan sobrados. Me dicen que el liberalismo es egoísta e insolidario y que crea personas o grupos que medran a expensas del resto de la sociedad. En realidad, creo que es a esto a lo que tengo miedo, y por eso pido la intervención del Estado.
Me ha gustado la comparación que he leído en la prensa: el león es un liberal que le dice a la cebra que tiene que aceptar la ley de la jungla, es decir, la ley que dice que el león tiene derecho a zamparse a la cebra. Lógicamente la cebra no está de acuerdo con esa ley.
Me da miedo que la crisis sea la excusa para que estos leones liberales extiendan su ley de la jungla. Yo pido al Estado que intervenga para que no lo consigan. Porque yo solo soy una simple cebra… como seguramente tú, tú, y la mayoría de los que leéis esto.