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El vasco colmado

La ciudadanía en su indignación, por la crisis lacerante que malvivimos, crisis que cercena de cuajo derechos adquiridos honradamente, pone a la clase política en la picota, y en las encuestas lo pone como lo peor.

También se les acusa como representantes de la banca, multinacionales, constructoras... y demás insensibles agentes, causantes en su irrefrenable avaricia de la devaluación del estado del bienestar, panacea del primer mundo.

Siendo este el espejo donde se reproduce la realidad. ¿Cómo es posible que se siga votando a dichos políticos, se crea en este sistema de partitocracia, de democracia limitada?

Las opciones son limitadas, masoquismo social, sumisión económica, desprecio ecológico y búsqueda de prebendas políticas.

Sigamos dando pábulo a un pasado ideal izado, al actual modelo malo conocido, remoloneando por lo bueno por conocer, y claro culpando a los representantes que elegimos, pero por favor sepamos reconocer nuestra parte, nuestra gota-voto que puede que sea la que colme el vaso-vasco. Seamos responsables, no es ético derramar más.