Pero si a este experimento que hoy tenemos entre manos, vamos y le añadimos un ciclista, la cosa se complica. Porque, a ver ¿los ciclistas qué son? ¿Son vehículos cuando van por las carreteras, y peatones cuando van por las aceras, o son esos a los que todo el mundo mira mal, ya vayan por las aceras o por las carreteras?

En fin, que tras desarrollar esta teoría prometo enmendarme, respirar hondo, y no lanzar improperios al resto de conductores ni siquiera como lo hago ahora. Con la ventanilla subida, no vaya a ser que me oigan y la liemos.