Ahora en campaña o precampaña electoral llueven mentiras y más mentiras sobre los ciudadanos tratando de confundirlos y de manipularlos, sobre todo, desde aquellos que tratan de decir la mentira más enorme y menos creíble.

Parece, de verdad, mentira que en un pequeño país, País Vasco, Euskadi, en que nos conocemos todas y todos, en que somos vecinos de la misma comunidad, dividida en una serie de territorios, territorios con unos mismos intereses: la calidad de vida, incremento de toda clase de mejoras sociales, primar por elevación la igualdad social y económica entre los ciudadanos, de alguna manera, hacer de este país un lugar para vivir y vivir bien.

Pero debemos soportar una temporada de mentiras, estamos en campaña o precampaña electoral; antes se decía que se le pilla antes al mentiroso que al cojo y sigue cumpliéndose dicho refrán.

Solo debemos echar la vista atrás y analizar la serie de patrañas que nos inundaron en las últimas elecciones generales en el Estado español; no se iban subir impuestos, no se iban se iban a realizar recortes en sanidad y educación, y sucede todo lo contrario, aquellos que se creían dueños de la verdad, han sido los artífices y artesanos de la mentira.

Recuerdan aquello de "no gobernaré con el PP nunca...". Lo dijo Patxi López. Ahora dice "no pactaré con Bildu...". Temamos que será mentira. Y el PP que en el territorio de Araba se lleva muy bien con Amaiur, y su jefe de filas en Euskadi dice que con Bildu nada de nada.

Y siguen mintiendo, ¿a quién podemos creer? El único que ha dicho la verdad es EAJ-PNV que, por boca de su presidente, ha dicho lo de primero el programa y el día después de las elecciones estaremos abiertos a gobernar con aquellos que consensuemos programa y proyectos.

Por último, tenemos a los adalides de la verdad, Bildu-Amaiur, que toman el nombre de José Antonio Aguirre, líder demócrata de Euskadi, y lo utilizan de mala manera haciéndose valedores de su legado. Señores, eso también es trampa.