La época estival favorece las estrepitosas declaraciones públicas de los políticos de uno u otro signo. Los sofocos del verano y la calorina encienden las mentes ya de por si calientes para proclamar a todos los vientos y a todas las gentes , aquello que por pura ocurrencia y por incontinencia verbal sale de las bocas de políticos, tertulianos como una ocurrencia más creyéndose poseedores de la verdad.

¿De qué verdad estamos hablando? De aquella que dice que el PNV se ha beneficiado de los muertos de ETA, según el señor Basagoiti, de aquella otra que propone el señor López anunciando que la Izquierda Aber-tzale se juntará con el PNV tras las elecciones autonómicas tan esperadas. O quizás aquellas otras verdades del PP que proponen que voten en Euskadi aquellas y aquellos que están censados en otras regiones españolas. O será verdad lo de reducir el número de escaños parlamentarios. O estamos hablando de sus verdades, de aquellas que ante las elecciones anteriores 2007 PSE y PP no iban a ir juntos ni a misa y salieron al día siguiente de la fecha electoral unidos en casamiento de derecho y de hecho. O hablamos de la Izquierda Abertzale con el apelativo que quieran titularle y que da la sensación que son unos extraterrestres que acaban de llegar a Euskadi y creen que esto es la Arcadia ideal que ellos han creado después de estar en el monte tras 35 años.

Creo que debemos hablar de la verdad; de partido serio, de políticos merecedores del respeto de su pueblo, de gestores con ya probada experiencia en las labores de gobierno. La experiencia política y bien hacer de anteriores gobiernos vascos fortaleció al país, a Euskadi, mientras otros miraban para otro lado, unos a Madrid y otros a su ombligo, el PNV trabajó por su pueblo, puso en solfa al gobierno de Madrid, negoció, renegoció y fue sacando poco a poco transferencias que elevaron la autonomía de Euskadi.

Se ha abierto la veda y podremos escuchar de aquí a las nuevas elecciones un sin fin de improperios, de falsedades, de componendas, de medias verdades y sobre todo de promesas que serán humo una vez realizadas las elecciones autonómicas.

Es bien sencillo para los electores saber hacia donde dirigir sus votos, ¿quién ha dicho, dice y dirá la verdad económica y social ante la crisis y ante las propuestas de acción que quién pone pie a tierra y trabaja de verdad por la calidad, sostenibilidad y estado de bienestar, por este pueblo vasco ya suficientemente humillado por unos y otros?