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Ni comen ni dejan comer

Un año después de que el Gobierno López presentara su plan de revitalización para Urdaibai, aún no se ha puesto en marcha ninguna de las actuaciones que se plantearon; la verdadera intención era paralizar otro proyecto en marcha

LA peor estrategia que un político puede adoptar cuando asume la responsabilidad de gobernar un país es la del perro del hortelano, que ni come ni deja comer. La peor, al menos, desde el punto de vista del ciudadano, que ve con desesperación cómo pasa el tiempo sin que se den avances en cuestiones básicas o, lo que es aún peor, se producen retrocesos en campos que se consideraban ya asentados. Se cumple ahora un año de la presentación por parte del Gobierno de Patxi López de un plan para el desarrollo económico de Urdaibai. El motivo de que los dirigentes del PSE-PSOE se acordaran de pronto de que esa zona de Bizkaia necesitaba una actuación para su revitalización no era otro que el proyecto impulsado principalmente por la Diputación Foral de Bizkaia de construir una extensión del Museo Guggenheim en Sukarrieta, como motor para dar un fuerte impulso al desarrollo de la comarca. Los socialistas decidieron oponerse a esa iniciativa y, para que no pareciera que su propósito era no dejar comer a los habitantes de Urdaibai, plantearon un plan alternativo que pasaba por dejar a un lado la idea del museo. Un año después, ha quedado claro que López y su gobierno, ni comen ni dejan comer. No han movido ni una palada de tierra, no han dibujado un solo plano, no han dado un paso en firme para poner en marcha su tan bien publicitado plan. La consejera de Medio Ambiente, Pilar Unzalu, y la de Cultura, Blanca Urgell, fueron las encargadas de presentar en rueda de prensa una veintena de medidas que tocaban al sector primario, a la cultura, a la industria, al turismo y a las infraestructuras. La inversión sería superior a los 132 millones de euros y los trabajos estarían concluidos para 2015. Quien diera crédito a las palabras de las consejeras, habrá estado esperando en balde a la entrada de su pueblo la llegada de ese plan, bajo una imaginaria pancarta con el lema Bienvenido, Mister López, para ir mudando de cara al más puro estilo Berlanga. Urgell manifestó que "las alternativas del Gobierno vasco no son milagrosas y están basadas en el realismo y sentido común que requiere el grave momento económico actual". El grave momento económico, al parecer, requiere que los proyectos se guarden en un cajón y que lo prometido no sea deuda, sino eterna duda. Meses después, el portavoz socialista José Antonio Pastor reiteraba, en presencia del entonces alcalde de Gernika-Lumo, José María Gorroño (EA), los planes del Ejecutivo López para la villa. Desde entonces, lo único que ha salido de la boca de los dirigentes socialistas es algún tímido "estamos en ello...", que es la coletilla burocrática de quien no está haciendo nada. Ni comer ni dejar comer. La del perro del hortelano se ha convertido ya en la marca de la casa del Gobierno López. Los ciudadanos han empezado ya a pedir cuentas por todo el tiempo perdido.