ESTÁ visto que nadie vota por agradecimiento. Y que cada uno cuenta la feria según le va. Y que cuando se trabaja, se conecta con la gente, hay cercanía, ideas y simpatía, el votante lo reconoce. Pero tampoco es una regla general. Hay excepciones que conviene analizar, sobre todo, en lugares fuertemente ideologizados o que creen que el maná llega del cielo, o que los helicópteros ponen huevos. Pero tampoco soy tan simple para pensar, como Gorka Maneiro, que la sociedad vasca está enferma o, como dijo en su día Aznar, que no está madura. No. Pero sí hay mucha gente para la que levantar el puño y gritar "independentzia" lo es todo. Bien es verdad que a esto han contribuido los que les han ilegalizado y dado el marchamo de lo perseguido y lo joven inconformista.

Hace cuatro años, Pérez Rubalcaba, con dirigentes del PSOE, como si fueran pollitos picoteando el maíz, decidieron que en Ondarroa la lista de ANV no era digna de presentarse por su connivencia con la violencia de ETA. Y a ANV no se le dejó presentar, pero los votos en blanco que propiciaron superaron a los del PNV, que ganó las elecciones. Eso hizo que algunos decidieran no ejercer su representación democrática y el Bizkai Buru Batzar, con sentido de responsabilidad, formó una Comisión Gestora con personas ondarresas o vinculadas a Ondarroa. Una lista de lujo.

Difícilmente la actual Corporación podrá superar la experiencia de los miembros de esta gestora presidida por Félix Aranbarri, ondarrés y primer alcalde de la democracia. Un santo varón que a sus 67 años aceptó un encargo envenenado por servir a su pueblo y a su partido. No estaba solo. Josune Ariztondo, asimismo nacida en Ondarroa, y diputada de Cultura de la Diputación de Bizkaia. Otro de los nacidos en Ondarroa ha sido Ricardo Gatzagaetxebarria, un cerebrito que fue diputado y presidente de la Comisión de Agricultura y Pesca del Senado y actual portavoz adjunto del PNV en el Parlamento Vasco. También quien ha sido estas elecciones nuestro candidato, Ibon Aranbarri. U otro de los nacidos en Ondarroa, Joseba Ander Rosales. Y sin haber nacido en Ondarroa, pero nieta del último alcalde aber-tzale en tiempos de la República, represaliado por el franquismo, estaba mi mujer, María Esther Solabarrieta, que ha sido directora de Aguas del Gobierno vasco y diputada de Acción Territorial y Medio Ambiente de la Diputación. Había tres concejales que no tenían esa relación estrecha con Ondarroa. Gotzon Lobera, quien desde la secretaría del BBB y con su aceitera multiusos se ha dedicado a que el engranaje funcionara; Amaia Espinosa, apoderada en Juntas y burukide encargada en el EBB del área de Educación, y José Luis Garai, otro santo varón, exdiputado de Agricultura de la Diputación que ha trabajado y disfrutado lo suyo llevando las cosas del griposo puerto de Ondarroa. Este era el equipo, tildado de parachutistas por gente incapaz de mirar al horizonte y muchos con origen en casacristo.

En estos cuatro años, el peor momento lo vivieron en septiembre de 2008 cuando ETA voló la comisaría de la Ertzaintza. La hazaña de los 100 kilos de explosivos, de haber prosperado, hubiera costado un mínimo de 15 vidas humanas. Toda una hazaña liberadora de Euzkadi. Ni una protesta, ni una palabrita de pésame, ningún estremecimiento por parte de la actual candidatura ganadora en sus diversas acepciones. Ni una. Como ninguna palabrita cuando al alcalde Aranbarri le quemaron el coche y le embardunaron el portal de pintura amarilla. Ni una. La ética, el repudio moral, hace un año no estaba en el código de estilo de la candidatura ganadora.

¿Y qué hicieron nuestros parachutistas nada más llegar? Muy sencillo. La experiencia del primer pleno había sido traumática, con invasión de la sala, insultos, intentos de agresión, la Ertzaintza tratando de impedirlos... Aquello era demasiado, pero como les habían encargado trabajar por Ondarroa decidieron celebrar los plenos mensuales y extraordinarios en Bilbao. Josune Ariztondo les facilitó una sala de reuniones en Bilbao a la que añadía unas pastas. Se acabaron los líos, y empezaron a trabajar. ¿En qué?

El año 1995, desde la Diputación, se había hecho un diagnóstico de viabilidad de un pueblo aislado y con problemas de reconversión ante la crisis del mundo pesquero. El plan estratégico se resumía en cuatro metas y en ellas se han dejado las pestañas cuatro años. El slogan había sido "Ondarroa? Egin behar dogu". El programa de Bildu fue una hoja en blanco. Eso sí, con muchos colores.

Ahora que empieza el verano hay que recordar que la Gestora ha logrado obtener el máximo galardón de gestión de playas y se ha rehabilitado el paseo marítimo entre la playa de Arrigorri y Saturraran: Ondarroa y Mutriku unidos por un paseo cuya financiación logramos en Madrid. Gracias a ello los jubiletas ondarreses hacen sus kilómetros en un paraje maravilloso. Y se acabaron las barreras arquitectónicas. Ya no hay, como en la serie inglesa, los de arriba y los de abajo. Cuatro ascensores comunican el Casco Histórico al resto del pueblo. Una columna vertebral viaria que comunica Ondarroa de extremo a extremo está ejecutada al 70%. Y para unir las dos orillas se ha construido una nueva pasarela peatonal en Zaldupe, así como la iluminación del viejo puente histórico y la rehabilitación del puente giratorio de hierro que algunos creían fue diseñado por Gustavo Eiffel. Se ha mejorado la vialidad del puente nuevo que finaliza en una nueva rotonda, que junto a la nueva de acceso al puerto y la que da entrada al puerto de Ondarroa forman partes de las tres rotondas hechas esta legislatura. En esta última se encuentra la escultura de Las rederas, homenaje al trabajo abnegado de las currelas del pueblo. Al fondo una pared artística pintada con un barco pesquero de Ondarroa con la canción del Boga-Boga. En la parte superior se ha rehabilitado el mirador plaza Gorrixe desde donde se divisa el puerto, la playa y Saturraran. Una magnífica atalaya. En relación al puerto, han aprobado lo increíble: el plan especial que ha permitido se esté ampliando el muelle de Egidazu en el que en un futuro se instalará la nueva Cofradía, sin olvidar lo que hemos hecho en Madrid y en Bruselas, como PNV, para abordar todas las crisis pesqueras.

Ondarroa con sus casi nueve mil habitantes tiene un casco histórico reseñable que en esta legislatura ha sido declarado Área de Rehabilitación Integrada. Veremos qué hacen con él los que lo han impugnado. De momento, la Gestora ha rehabilitado los alrededores de la Torre Likona con una plaza en la que ha instalado el mural de Beristain. Y en cuanto al campo de fútbol, se ha adjudicado la obra que convertirá la arena en hierba artificial, le dotará de sus vestuarios y servicios y será de uso de todo el pueblo, sin exclusividades.

Ondarroa no estaba en el Consorcio de Aguas, pero ya está. Tampoco estaba en la Mancomunidad del Lea Artibai para la gestión de los residuos sólidos urbanos, pero ya está. Tenía una deuda de más de dos millones de euros de insumisión fiscal en relación al pago del agua y basuras principalmente y ya están al día. Y se ha creado y cubierto por oposición la plaza de arquitecto municipal, secretaria municipal y el resto de plazas.

El centro de día se está construyendo en Maskulu Etxea (antiguo cuartel de la Guardia Civil), con sus dos torres como dos carolinas. El paseo peatonal Zaldupe-Aieri, que une el circuito que rodea todo el municipio, también ha sido ejecutado a pesar de todos los boicots habidos para que no se hiciera.

Podría seguir enumerando cosas, pero no tengo sitio. ¿Y cómo se ha hecho esto? Como la hormiga y no como la cigarra. Poniendo en relación cuatro administraciones (municipal, foral, vasca y central). No en vano los miembros de la Gestora eran o habían sido altos cargos de esas administraciones. Cada uno en lo suyo, han hecho un trabajo fantástico que el votante ondarrés no ha premiado. Bildu ha obtenido 2.957 votos y el PNV 1.531, 189 votos menos que hace cuatro años.

Votar es una cosa muy seria, aunque a algunos les parezca que no. Pero los resultados son los que son y Bildu, sin programa, con las manos vacías, vendiendo un falso humo aber-tzale se ha llevado el gato al agua. Zorionak. Si siguen con la dinámica de la actual Gestora, Ondarroa saldrá en breve de su aislamiento histórico. Pero, eso sí, les costará tener un equipo de ferraris como el que ha tenido el municipio estos cuatro años.

Y al PNV le queda no solo hacer oposición, fea palabra, sino convertirse en alternativa en base a una memoria histórica, en base a un programa serio y solvente, en base a equipos humanos conjuntados, en base a una autoestima con mirada larga, en base a tener las ideas claras y seguir con el trabajo de la hormiga. Eso, con el tiempo, dará sus frutos. Zorionak a los parachutistas. Lo habéis hecho muy bien. Y sin cobrar un solo duro.