Amí del bacalao me gustan hasta sus bigotes. Uno que lo tiene desde hace tiempo, Jose Iragorri, los lleva cantando muchos años tras coger el testigo de Fede Merino, el precursor. Los recuerdos que guardo del Athletic cuando los partidos se jugaban solo en domingo se asocian a ambos. La Emoción del Bacalao fue mi banda sonora rojiblanca. Con los años he descubierto nuevas recetas pero me sigue gustando la original. A la vizcaina. Mi ama lo compraba en La Bacalada de Belosticalle donde lo venden desde hace más de medio siglo. Añadiendo aceite, ajos, tomate, cebolla, pimiento choricero y mucho cariño, lo bordaba. El plato estrella de las modestas navidades en casa de los López.

Toma bacalao que vengo de Bilbao, el éxito de la Otxoa podría servir para describir lo vivido el lunes por Urko Vera. Hace siete meses estaba en Tercera; hace dos, en Segunda B, y ahora ya ha marcado en Primera. No hace tanto se veía fuera del tren de la élite. Tiene algo en común con Iragorri: ambos sienten el Athletic y viven en el mismo barrio, Txurdinaga, que también es el mío. El chico tiene gol. Ha marcado 17 con tres equipos distintos esta temporada, pero le costará olvidar el de Getafe porque suponía su desvirgue en la Liga de las estrellas. Al tercer partido, y con solo 54 minutos en el Olimpo, llegó el estreno. Pudo dedicárselo a su madre, presente en la grada. Su aita lo vio desde algún rincón del cielo rojiblanco. Lo celebró efusivamente con todos los que se le acercaban. Por la piña que improvisaron sus compañeros se nota que le han acogido bien.

Hemos pasado la temporada recordando la escasa aportación de los vizcainos. No solo en la faceta goleadora. Vera rompe la tendencia tomando el relevo de Bolo y Azkorra. Los últimos mohicanos. Solo uno de los 44 goles marcados este curso llevan label de Bizkaia. Lógico. Están jugando pocos y los que lo hacen no se dedican a enchufarlos. El último con pedigrí vizcaíno lo anotó Yeste hace diez meses.

Los nostálgicos echan de menos a Zarra, Gainza, Iriondo, Panizo, Uriarte, Carlos, Dani, Sarabia o Guerrero. Llevaban el gol en el ADN y superaron con creces el centenar de dianas. Los registros de sus herederos son para echarse a llorar. Solo habían marcado bacalaos a la vizcaina esta temporada en Primera Del Horno, Ansotegi y Herrera. No están en Bilbao por diferentes razones. Ander llegará en junio.

En Getafe todos los focos estaban puestos en Muniain. Es joven pero sabe manejarse ante la presión, sus palabras en la víspera encontraron malévolo altavoz en Míchel y venganza en forma de pisotón de Casquero. La jugada estuvo a punto de salirles bien. La previsión de Bart Simpson de cantar el Blues del Autobús emulando a Julio César en aquello de veni, vidi, vinci quedó en llegar, empatar y volver. Ni tan mal. El punto logrado sin alardes, pero con garra y más moral que Manu, el trigoleador azulón, resume parte del espíritu de este Athletic. Puede fallar, ponernos de los nervios pero nunca baja el pie del acelerador. La ración de épica rojiblanca llega mas a menudo de lo cardiosaludable.

Todos los resultados logrados in extremis ensombrecen otros detalles. El subidón lo maquilla todo. Me vienen a la cabeza los 50 partidos de San José, los 40 que suma De Marcos, los 51 de Muniain o los 150 que alcanzará Amorebieta en la Liga cuando vuelva a la alineación. Se le está poniendo caro con un Ekiza resolutivo, pero podría ser un buen recambio para San José que no anda fino. Preocupa el cansancio de Llorente y la falta de puntería de Susaeta. Menos mal que David López las cuelga extraordinariamente.

Intentaremos seguir opositando a Europa ante el Villarreal. Alicientes no faltan. Un triunfo en San Mamés nos pondría a dos victorias del Submarino Amarillo, a solo seis puntos de la Champions. Quedan diez partidos para el final. Ha comenzado la cuenta atrás.

Con sorpresa leo que podría haber partidos matinales el próximo año para que la Liga cuadren con los horarios del mercado chino. Se enfadarán los sacerdotes que tendrán menos fieles en capilla. Yo no me veo siguiendo al Athletic mientras me como una ración de rabas o de bacalao a la vizcaina. El que respira aliviado es Macua. El que corta el bacalao, el juez del caso Iurbenor le ha eximido de toda responsabilidad penal en un asunto con más tomate que la salsa bizkaitarra.