Athletic, 4; Atlético de Madrid, 0. Las chicas enseñan el camino. Endosaron un buen correctivo el domingo a las colchoneras. A ver si repiten la jugada los hombres. Las rojiblancas ya son líderes de la Superliga. Sus hermanos mayores quieren hurgar en la herida abierta en el Vicente Calderón y afianzar la plaza en Europa. Es posible. Hace un par de temporadas los de Caparrós ya ganaron allí con dos goles de Llorente y uno de Koikili. Después se cobraron vendetta en San Mamés donde nos golearon con hat trick de Forlán.
Tres goles tres de ese uruguayo de abuela donostiarra que después de salir del Manchester quiso ir al Athletic. Tras su paso por Villarreal se fue a otro equipo rojiblanco, dándose la hiriente circunstancia de que desde entonces nos ha clavado once dianas. Forma sociedad letal con Agüero, otro que suele mojarnos la oreja y que vuelve a la convocatoria. Los Zipi-Zape llevan siete goles cada uno esta temporada.
Hete aquí que, pese a ellos, no anda fino el Aleti. Que nadie se despiste. Con 120 millones de euros, son el tercer presupuesto de la Liga. Jugadores en horas bajas pero de contrastada calidad que te hacen la pascua en cualquier momento. El enésimo proyecto choca contra la bicefalia de la Liga y amplía la leyenda de El Pupas. Nacido para pelear por la Champions, acaba de perder su posición virtual en la UEFA a favor del Athletic. Es el momento de hincarles el diente.
La victoria ante el Hércules nos ha dado alas. La cabeza de Javi Martínez da para todo. Ya van cuatro dianas consecutivas con la boina. El dolor de espalda de Llorente es historia y también lo son sus números: una docena de goles en veinte partidos, a solo dos de la marca liguera del pasado año y aún falta casi toda la segunda vuelta. El Moudrid, tras la bronca con Valdano, ha fichado a Adebayor, un globetrotter del área. Le vendrá bien al 9 rojiblanco. Desaparecerán temporalmente los globos sondas sobre su futuro. García Macua vuelve a repetir que no vende.
El otro en racha es Muniain. Despierta el jasp que esperábamos. De Cerio, antes conocido como Iñigol, tendrá chance en la segunda vuelta. Toquero is back. Hay que dar oxígeno a Llorente. Ojalá las ganas del donostiarra y las del alavés se traduzcan en goles. Tendrán a Urko a su vera para que sientan el aliento en la nuca.
Toquero merece recuperar la notoriedad. Es un gladiador que se vacía en cada partido, se entrega sin concesiones y solo por eso pronto tendrá recompensa en forma de gol. Echamos de menos su meneo de brazos emulando a John Cina. Hace tiempo que la grada no corea aquello de "ni Messi ni Agüero ¡Gaizka Toquero!". Madrid no es mala plaza para estrenarse.
Imprescindible para sacar partido de la visita será que veamos al Athletic de las buenas tardes. Nos puede venir de perlas el ambiente de uñas que rodea al sobrino de Lola tras la derrota ante el Sporting. Al igual que su tía, preferiría una salva de aplausos aunque últimamente recoge música de viento. Quique ha sido incapaz de repetir alineación en veinte partidos. Todo es efímero en el fútbol. Nadie se acuerda de los títulos de UEFA y Supercopa europea que el Atlético levantó con él a los mandos. La última pifia -una frivolité defensiva del tándem Raúl García-Perea- ha recuperado para el top manta aquél estribillo "¡que manera de perder!" que popularizó Sabina.
Como hemos encabezado este artículo con esa canción del genio de Úbeda que interpretó Antonio Flores -primo del todavía míster colchonero, diré que pese a mi admiración por El Flaco siempre he sido más de Fito. Del cantante de Platero que pasaba el rato en el Muga, ese bar del Casco Viejo que abrió sus puertas un día antes de que el Athletic ganara su última Copa, y por supuesto del Adolfito contemporáneo. La estrella que iba a tocar gratis en los prolegómenos de la final de Mestalla pero que no pudo regalar su música a los aficionados rojiblancos por desavenencias con la Federación Española que les coló previamente en el cartel un friki de O. T. Y eso, un triunfito, nos gustaría sumar el domingo.