VOLVIÓ el juego ramplón de fuera de San Mamés y el Athletic regresó derrotado de Anoeta. La Real Sociedad necesitó muy poquito para colocarse con una clara ventaja en el marcador y luego se echó muy bien atrás, haciendo que los intentos de los rojiblancos fuesen totalmente estériles.
No fue por no intentarlo
Poco se le puede achacar al Athletic en la primera parte. No se le puede echar en cara que no intentara batir la portería de Claudio Bravo, ya que puso más empeño ofensivo que la Real Sociedad, creando alguna que otra ocasión de gol, pero los de Martín Lasarte se encontraron con un penalti favorable a sus intereses y luego llegó la jugada del autogol de Mikel San José. Los txuri-urdin necesitaron muy poquita cosa para cobrar ventaja y el Athletic ya no fue capaz de darle la vuelta a la situación.
Muniain, desaprovechado
Esperaba que al colocarle como segundo delantero el equipo aprovechara más a Iker Muniain, que no es Gaizka Toquero. Si Iker juega en ese puesto, lo ideal es no alinear a dos mediocentros de carácter defensivo como Javi Martínez y Gurpegi. Orbaiz o Iturraspe, mezclados con alguno de los anteriores, podrían haber dado más pausa al equipo y buscar más la participación del navarro, desaprovechado cuando su función se limita a cazar los rechaces de Llorente o a las jugadas en las que él mismo se ofrece.
Aurtenetxe y Xabi Prieto
Alguien tendría que haberle explicado a Jon Aurtenetxe que Xabi Prieto no es de los jugadores que ayudan mucho a su equipo en defensa, que no subiera tanto por la banda o que alguien se encargara de tapar su posición cuando él pasase del centro del campo. La jugada del segundo gol le cogió fuera de posición y el jugador de la Real, el gran peligro donostiarra junto a Griezmann, pudo materializar el centro que acabó en gol