Síguenos en redes sociales:

Marcelino Camacho

A muchos se nos ha muerto el valedor, el hombre bueno, el que entendió desde siempre la palabra prójimo más allá de la caridad y la justicia, el hombre moral y valiente, el que fue injustamente perseguido y encarcelado por todos aquellos que socavaron a los jueces con falsas pruebas, con fantásticas prebendas, con credos nacidos de la rebelión.

A muchos se nos ha muerto el que por nuestra defensa fue arrastrado impunemente, contra toda Ley, a ese lugar donde la noche no tiene fin, sin sol ni privacidad, donde surcan barrotes las ventanas, donde los verdugos solo conocían la palabra venganza. ¡Ah, las cárceles, páramos del alma!

Brota impetuosamente en mi memoria una secuencia de la tan didáctica película de Fernando León de Aranoa Los lunes al sol, en ella uno de los habituales contertulios de la taberna, consumido por el paro y el alcohol, dice a sus compañeros que "lo importante no es si ellos creen en Dios, sino si Dios cree en ellos" y termina su breve parlamento con esta dura sentencia: "Y Dios, no cree en vosotros".

No entro a elucubrar sobre si nuestro llorado Marcelino Camacho creía en Dios o no, poco importa eso ahora, en todo caso era su libertad, mas ante la contemplación de su ejemplo de vida, coherente y moral, estoy seguro, todo lo humanamente seguro que alguien pueda estar, de que Dios sí creía en él. Mi más cordial y agradecido abrazo.

A muchos se nos ha muerto el que por nuestra defensa fue arrastrado impunemente, contra toda Ley, a ese lugar donde la noche no tiene fin, sin sol ni privacidad, donde surcan barrotes las ventanas, donde los verdugos solo conocían la palabra venganza. ¡Ah, las cárceles, páramos del alma!

Brota impetuosamente en mi memoria una secuencia de la tan didáctica película de Fernando León de Aranoa Los lunes al sol, en ella uno de los habituales contertulios de la taberna, consumido por el paro y el alcohol, dice a sus compañeros que "lo importante no es si ellos creen en Dios, sino si Dios cree en ellos" y termina su breve parlamento con esta dura sentencia: "Y Dios, no cree en vosotros".

Queríamos aprovechar estas líneas para mostrar nuestro agradecimiento al diario DEIA y a la emisora Onda Vasca por su atención a los temas de memoria histórica en Euskadi. El resto de medios, que siempre suele dedicar páginas y páginas a las visitas del rey de España o de los príncipes, no hace ninguna mención a la historia de Euskadi. Agradecemos el esfuerzo de los periodistas de estos dos medios y les pedimos que sigan en esta línea porque hay muchos lectores que estamos interesados.