Síguenos en redes sociales:

La verdad del diálogo

Los presuntos "desmentidos" de la reunión entre miembros del PSE y de la izquierda abertzale, la hipocresía de algunos agentes y el implacable acoso del PP a los socialistas han añadido ruido a un hecho cierto y relevante que debe tener continuidad

La publicación, por parte de DEIA, del encuentro mantenido entre miembros del PSE y de la izquierda abertzale ilegalizada desató ayer una tormenta política en la que, de forma interesada, se mezclaron la entendible sorpresa, el sentido común de entender la lógica de esa reunión en las actuales circunstancias y un exceso de ruido para desviar, torpemente, la atención. Todo ello mezclado con unas dosis excesivas de hipocresía y de ostentosos rasgamientos de vestiduras que en nada favorecen al necesario clima de sosiego para abordar la cuestión. En este sentido, los desmentidos que, en forma de sendos comunicados oficiales, realizaron ayer tanto el PSE como la izquierda aber-tzale no son sino un vano intento de capear el temporal y de echar balones fuera. En primer lugar, porque los "tajantes" desmentidos no son tal. Las palabras, los términos, los matices son importantes. Y de ambos comunicados puede desprenderse una cosa y la contraria. Por ejemplo, este periódico -algún otro medio sí- no ha publicado, como afirma el comunicado de los socialistas vascos, que haya habido una reunión oficial entre el PSE y Batasuna, una formación ilegal que haría de tal encuentro un hecho constitutivo de posible delito. En cualquier caso, este diario se reafirma punto por punto en la información publicada. Porque es verdad. Otra cosa es que a ninguna de las dos partes implicadas les convenga su divulgación. Lo demuestran a las claras en la plena coincidencia -¿casual?- de los comunicados de ambos en llamar a la "responsabilidad" y la prudencia en estos momentos. DEIA, desde luego, seguirá ejerciendo su responsabilidad, que es la de trasladar a la sociedad los hechos relevantes que se produzcan. Porque es derecho de los ciudadanos conocerlos y una obligación por nuestra parte publicarlos. Se entienden, sin embargo, los nervios que han atenazado a los dirigentes socialistas. Con un PP desarbolado marcándole de forma constante y sistemática el camino a seguir, acosándole y amenazándole con la ruptura del acuerdo que les une para mantener a Patxi López en Ajuria Enea a pocos meses de las elecciones municipales y forales, los responsables del PSE y del PSOE sienten el lógico vértigo, sobre todo, porque no está garantizado el paso que debe dar ETA. No hay duda de que el PP irá a degüello en cuanto crea que los socialistas han traspasado la línea roja que, al parecer, ambos convinieron. También la derecha mediática, ávida de desgastar a Zapatero sea como sea y caiga quien caiga. Y ello a pesar de que algunos insignes representantes de esa prensa también se han reunido con miembros de la izquierda abertzale, como publica hoy este periódico. Ni la hipocresía ni las amenazas del PP deberían romper el diálogo, sea en el nivel de interlocución que sea. Como dijo ayer un patético y descolocado Jesús Eguiguren, es momento de prudencia, seriedad y unidad. Pero con la verdad por delante.