ETA ha hablado, poco, y dicen los políticos que de forma poco clara. Pues bien, déjenlo estar, no muevan nada. Pero, por favor callen ustedes, los políticos y no sigan dando explicaciones tan poco claras como las que da ETA. Qué valoraciones, qué juicios de valor, qué incongruencias, qué desatinos, pero de verdad, ¿qué buscan? ¿qué esperan encontrar? ¿Es la paz lo que está detrás de todo o simplemente es el poder? Lo que se lee estos días, lo que se oye... Parece que todos quieren mojar en este terreno, nadie quiere quedarse atrás. ¿Y al día siguiente qué? Pues ya ven, al día siguiente reacciones y más de lo mismo. ¿Se dan cuenta de que se parecen unos y otros, nadie pone de su parte para alcanzar la paz? ¿Interesa de verdad la paz?

Puede ser que alguien quiera arrogarse el protagonismo del fin de ETA, y digo alguien en política, para tener el poder a perpetuidad. Ojalá no sea así, porque si así fuese sería tramposo.

Por favor, si son demócratas, si creen en la libertad y si apuestan como políticos por el bien del pueblo al que dicen defender, qué mejor que defender y buscar la paz.

Y mientras todos miran hacia delante, las elecciones municipales y forales están al caer, como ciudadanos y ciudadanas deberíamos responder a la pregunta de qué es un alcalde para ti y si los candidatos o candidatas cumplen los requisitos y exigencias de la sociedad a la que esperan representar y gestionar, pues adelante, vótenles. ¿Qué pedirían los niños y niñas, los adolescentes y jóvenes, los adultos y los mayores? Cuando esas expectativas se cumplan, habremos acertado.

Se podría hacer y decir lo mismo con ETA, que no nos empachen ni agobien y pregunten al pueblo, que ese sí tiene respuesta.

Se podría hacer y decir lo mismo con ETA, que no nos empachen ni agobien y pregunten al pueblo, que ese sí tiene respuesta.