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Importa Cuba

En plena polémica interesada sobre Cuba, con debateen el Congreso incluido, conviene aclarar que lascarencias en la isla no se ciñen a la libertad y han sidocreadas, en su mayor parte, por la política de EE.UU.para con la isla. Seamos honestos: Cuba les duele.

EMPIEZO a escribir este artículocuando aún no ha finalizado el debateque ha provocado el PP en el Congresode los Diputados, para condenaral régimen cubano. De este modo, el PPaporta su voz destemplada al grito, másmediático que lastimero, de quienes quierenponer en solfa a un país y a un Gobierno,resistentes, que ni por lo más remoto son unejemplo claro de dictadura, como se intentadefender, a tenor de lo ocurrido en los últimoscincuenta años, si lo comparamos con almenos varias decenas de países y sociedadesdel Mundo. Durante ese tiempo, Cuba se haconvertido en un símbolo, en un emblema dela dignidad de un pueblo que sufre carenciasimportantes, lamayoría de ellas derivadas deagresiones antiguas y brutales infligidas porsu enemigo más encarnizado: EE.UU. Notener en cuenta esta realidad, cuando se presentaneste tipo de propuestas, esmezquino.Presentar la situación cubana como si se tratarade la única de sus características en elMundo obedece a un oportunismo miserable.

Recientemente escuché decir a alguien relevantede la sociedad bilbaína que no le importabademasiado lo que ocurría en Cuba y queno debiera importarle demasiado a ningúnespañol teniendo en cuenta la situación decrisis que nos aqueja. Se equivocaba, a mientender, en su análisis somero, porque losataques dirigidos a Cuba no lo son sólo porcuanto acontece en la isla sino por lo queCuba significa. Puede ser que no conociera lahistoria cubana el notable de Bilbao, pero noresulta admisible que el portavoz del PP, Sr.

Moragas, haya dicho ante el atril lo que hapronunciado.Ha dicho obviedades como que“el pueblo cubano es amigo”, aunque caberecordarle que probablemente sentirá muchomás afecto por los cubanos que residen fuerade Cuba, en Miami, que por los cubanos quesufren, voluntariamente, dentro de la isla.

Ha dicho que el PP es persistente en sudenuncia del régimen cubano porque el régimenlo es en “la administración de la miseria”para sus habitantes. Ha omitido las flagrantesagresiones producidas en los cincuentaaños largos que viene ya durando larevolución. Y como agresión mayor el brutalBloqueo Económico, que empezó con medidastan modestas como la suspensión de comprasde azúcar cubano, dictada porEisenhower tras proponer a su gobiernocomo meta “el derrocamiento de Fidel Castroen un año”. El famoso Bloqueo Económicoordenado en febrero de 1962 inició formalmenteun programa de ahogamiento de lapoblación cubana, echando al Gobierno revolucionarioen manos de la Unión Soviética ysu entorno, es decir, que lo que estaba llamadoa ser un gobierno nacionalista (martiano,en honor a José Martí, primer inspirador dela revuelta dirigida por Castro) tuvo que ser un gobierno prosoviético. No bastó esa agresión,aunque fuera incrementada por el bloqueonaval posterior o la promulgación de laLey Torricelli y la Ley Helms-Burton, ambascon el objetivo de intensificar el Bloqueo. Sinduda, de ahí surge la miseria que el Sr. Moragascritica, pero también surge de ahí la dignidadde los cubanos.

¿Acaso cree el Sr.Moragas que el Gobiernocubano no está también capacitado paraadministrar riquezas? Lo que resulta miserablees que a lo largo del tiempo EE.UU. nuncase haya propuesto atacar a la isla militarmentey forzar de ese modo el destronamientodel gobierno castrista (como lo ha hechoen otros tantos lugares, por ejemplo Honduras),mientras ha cerrado a cal y canto todaslas vías de entrada de dinero y riquezas. Lapobreza cubana responde al Bloqueo y no ala desigualdad derivada de una distribuciónde la riqueza desequilibrada. Es por tantoconsecuencia en gran medida de factores ajenosal Gobierno y la sociedad cubanos.

¿Pudiera bastar que el Gobierno convocaraunas elecciones para nombrar a su Presidente?No creo que bastara con eso. ¿Alguienduda de que tal elección no iba a promover lasustitución de Fidel Castro, en su momento,o de algún otro dirigente afín a él? Y si se convocarandichas elecciones, ¿sería capazEE.UU. de derogar el Bloqueo antes de conocerlos resultados? ¿Habría cesado en susconstantes agresiones terroristas a Cuba si sehubieran celebrado elecciones? Nada de estohubiera ocurrido porque EE.UU. no buscónunca la democratización de Cuba, sino lacaída del socialismo.

Ahora, la necesidad de acabar con el socialismoes más apremiante que antaño porvarias razones. La primera es la gran capacidadde vida y supervivencia del socialismocubano, que no genera grandes riquezas económicas,pero tampoco provoca desigualdadesflagrantes o injusticias que en otros lugaresdel mundo se traducen en pobrezas alarmantesy hambre. La segunda es el importante apoyo que concita entre la gran mayoríade cubanos residentes en la isla, que constituyenla más importante milicia de defensadel sistema. La tercera razón está basada endatos concretos: cota cero en analfabetismo,altos niveles en formación, instrucción y educación,alta esperanza de vida superior a lade EE.UU. como consecuencia de una Sanidadavanzada, exportación solidaria de profesionalesde la Educación y la Sanidad aáreas del mundo afectadas por catástrofes,guerras anticolonización… La cuarta razón,relacionada con la supervivencia del sistema,pasa por la importante posibilidad de intercambioscomerciales y económicos con paísesno alineados, críticos con la mundializacióneconómica al uso y renuentes a aceptarla supremacía yanqui, con especial mencióna Venezuela. Y una quinta razón cual es ladivulgación del germen socialista cubano enAmérica Latina (Venezuela, Bolivia, Nicaragua,Ecuador, Paraguay…), en dulce armoníacon otros países del entorno (Argentina, Brasil,Uruguay, Perú, Chile, América Central,etc), que se han mostrado partidarios de construirotra estructura económica y social desasiéndosedel tradicional corsé yanqui.

Por esto precisamente las derechas se empeñanen el descrédito sin poner un ápice deesfuerzo para eliminar las trabas que impidenal gobierno cubano administrar riquezapara sus ciudadanos. Por esto actuacionescomo el relevo de ministros o cargos gubernamentales,por las causas que fueran, quese producen en todos los gobiernos del mundocon naturalidad, en Cuba provocan reacciones extrañas y comentarios gratuitos. Elportavoz Moragas no ha dudado en su intervenciónen preguntar “dónde están ahoraRobayna, Pérez Roque o Lage”. Hace muypocos meses estos pertenecían al Ejército másdiabólico. ¿Qué les ha cambiado ahora? Laalusión resultó desvergonzada.

Toda comparación suele resultar inexactaen sus conclusiones porque nunca hay dossituaciones idénticas. El Sr. Moragas afirmóen su intervención: “Habrá memoria históricaen Cuba”. De este modo trató de estableceruna cierta semejanza del régimen cubanocon el franquismo. Y lo que es peor, conferíacarácter de necesario e inevitable un procesode revisión de la historia, reciente aún,que niegan en España, donde alientan con susilencio cómplice y con las aseveraciones deTrillo, que Garzón sea inhabilitado por profundizaren dicha memoria. Puro descaro esestablecer semejanzas entre un fascista asesinocomo fue Franco, y quienes se opusierony derrotaron a otro fascista aupado al poderen Cuba mediante golpe de estado, que fueBatista. Triunfaron ambos, Franco y Castro,pero con intenciones bien diferentes: unopara destruir todas las libertades, no así larevolución cubana que lo hizo para lograr laliberación de un régimen sanguinario y totalitario.

Yo no soy cubano pero me preocupa Cuba yel futuro de los cubanos porque me preocupael futuro del socialismo. Una idea interesadade la libertad, basada entre otras cosas (ysobre todo) en el fomento de la libertad económica(neoliberalismo) a cualquier precio,no va a resolver los problemas de Cuba. Lasderechas, siempre al acecho, no dudan enincorporar a su bagaje lo que no les corresponde.

Por eso, Moragas recurrió en su discursoa la noticia periodística en que el cantautorcubano Silvio Rodríguez llamaba asuperar la “r” de revolución, proponiendo la“evolución”. Claro, en eso debemos estartodos los preocupados por Cuba. Pero, ¿quiénle ha dicho a Moragas, o a las derechas, queapostar por la “evolución” supone negar todavigencia a la revolución, u olvidar sus logros?.

¡Dejemos a los cubanos auténticos que protagonicensu futuro!Aunque cabe también estableceralgunas categorías: ¿es más auténticoel cubano que vive, sufre y trabaja en la isla,o los que viven y disfrutan en Miami torpedeandola realidad de los cubanos y colaborandocon quienes no han dudado en empobrecera Cuba y sumirla en la miseria? ¡ÁnimoCuba! Cuando el grito cubano fue “Socialismoo Muerte”, sólo se estaba diciendo“Socialismo y Vida”. La “o” disyuntiva y la“y” copulativa se juntan así para vocear sendosalegatos, semejantes, a la justicia, a la solidaridad,a la igualdad a la Vida.

* Diputado del PSE-EE