Los vértices de la duda
La secuencia de hechos y las características de la entrada, por primera vez, de la SPRI en una empresa no asentada en Euskadi exigen del Gobierno López una explicación detallada y pormenorizada sobre los motivos de tan inusual operación
LA inversión de 3,5 millones de euros realizada por el Gobierno socialista que preside Patxi López en una productora audiovisual madrileña, Vértice 360º, a través de la Sociedad Gestión de Capital Riesgo, participada en un 70% por la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial, presenta más que algunos interrogantes en cuanto a sus razones y objetivos. En primer lugar, es la primera vez que la SPRI, creada para la promoción y el apoyo a empresas asentadas en Euskadi, entra a formar parte de una firma con sede en el exterior. En segundo lugar, la aportación económica de 3,5 millones supone casi el 10% de Vértice, una quinta parte de su facturación y el 67% de las pérdidas de 5,2 millones con que la productora cerró el pasado ejercicio. Es decir, la entrada de la SPRI ha servido para aliviar de manera importante la situación de una firma que, además, en estos momentos únicamente cuenta con un producto, una serie televisiva, en el mercado audiovisual. Y en tercer lugar, sorprende que el Gobierno socialista haya decidido dedicar dicha partida a una empresa sita en Madrid cuando la situación del sector audiovisual vasco, hasta ahora uno de los más dinámicos del Estado con alrededor de trescientas empresas que dan empleo a más de 2.500 trabajadores, ha sufrido un retroceso durante 2009 con un descenso de facturación del 18% y una pérdida de empleos del 10%. Pero si todo ello no generara ya suficientes interrogantes sobre la operación, éstos se remarcan por el hecho de que una hermana de Antonio Basagoiti, presidente del PP del País Vasco, socio preferente y único apoyo parlamentario del Gobierno de Patxi López, forme parte del consejo de administración de Vértice. Y no se trata de si Carmen Basagoiti debe o no ejercer su labor profesional en dicha productora o de cuestionar que sea precisamente su empresa la que ha logrado captar una inversión inusual del Ejecutivo socialista, sino de la secuencia de hechos hasta la entrada de la SPRI en Vértice 360º. Por un lado, Basagoiti llegó al consejo de administración de la productora el 22 de mayo de 2009, al de dos semanas de que López asumiera el cargo y sólo un mes después de que la Junta de Accionistas de Vértice hubiese nombrado tres nuevos consejeros. Por otro, Vértice 360º decide crear una filial vasca, Erpin 360º, y ubicarla en Zamudio el 22 de febrero, mismo día en el que la SPRI aprueba su inversión, lo que da pie a más que a especular con que la operación se diseñó y ejecutó antes de que Vértice se registrara en Euskadi. Si a todo ello se añade el nada oculto interés del Gobierno López por controlar los medios y la producción audiovisual y sus carencias en este ámbito -evidenciadas en los relevos en EiTB- parece evidente que el consejero de Industria, Bernabé Unda, debe una explicación pública sobre esa transferencia fuera de Euskadi de fondos recaudados a través de los impuestos que pagamos los vascos.