LAS más de mil enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios de la oposición al proyecto de Presupuestos del Gobierno que preside Patxi López no saldrán adelante. El PSE y su socio preferente, el PP, sólo tendrán en cuenta las siete que llevan la firma de UPyD, la otra formación que apoyó la investidura de López, y las ya tradicionales que todos los grupos del Parlamento Vasco presentan de modo conjunto. Las cuentas de Lakua serán, por tanto y por primera vez en los últimos años, totalmente exclusivas de una de las dos grandes sensibilidades políticas representadas en la Cámara vasca. Y exclusivas es antónimo de incluyentes y sinónimo de excluyentes. Ni el pacto de estabilidad institucional derivado del apoyo del PNV a los Presupuestos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en Madrid ha permitido avanzar no ya hacia un acuerdo presupuestario más amplio, posiblemente tan complicado como necesario en tiempos de crisis económica, sino ni siquiera a que socialistas y populares tomen en consideración alguna de las más de mil aportaciones -y alguna habrá aprovechable- realizadas por el resto de los grupos parlamentarios. La tan manida y hasta ahora inexistente transversalidad publicitada repetidamente por el PSE también ha desaparecido, tras estar presente durante cuatro años y precisamente cuando la situación económica más la requiere, de las cuentas de la Comunidad Autónoma Vasca. Esta vez nacerán con la misma característica congénita que dio pie a la creación del actual Ejecutivo, la uniformidad ideológica contra el nacionalismo vasco, y con la misma monodependencia socialista respecto a la formación que lidera Antonio Basagoiti, que incluyó en su momento un total de 50 enmiendas por valor de 15 millones al proyecto inicial del equipo económico de López. Hace un año, el mismo Gobierno tripartito de Juan José Ibarretxe al que se acusaba de excluyente logró un acuerdo transversal con el PSE, aceptando de éste enmiendas por valor de 46,2 millones de euros -tres veces las acordadas este año entre PSE y PP- además de créditos de compromiso por otros 27,4 millones. En el curso anterior, el acuerdo fue por 40 millones, en el anterior... Esta vez, las 249 enmiendas parciales presentadas por el PNV -el mismo partido al que el PP veía hace poco como una garantía de experiencia en la gestión económica al que era preciso tener en cuenta- y las 770 del resto de los grupos sólo quedarán reflejadas en el diario de sesiones. Ello constata la total dependencia socialista de su socio preferente, quien en realidad marca cada una de las decisiones estratégicas del Ejecutivo, confirma la ausencia total de voluntad por parte de ambos partidos de cara a convenir, siquiera en cuestiones de menor calado, con el resto de las formaciones y desvela el fin de lo que venía siendo, en materia presupuestaria, la normalidad: es decir, los acuerdos entre diferentes.