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El cinturón de hierro

El recorte en el gasto y el mantenimiento de las prestaciones a los vizcainos y de los proyectos estratégicos son el eje del ejercicio de priorización en las recortadas cuentas forales para superar la crisis en el transcurso del próximo año

EL proyecto de Presupuestos de la Diputación Foral de Bizkaia, presentado ayer por el diputado general, José Luis Bilbao, y el diputado de Hacienda, José María Iruarrizaga, responde a lo que, durante el pasado pleno de política general de las Juntas Generales de Bizkaia, el propio diputado general definió como "economía de guerra" ante la crisis económica. Con una caída de la recaudación del 24% respecto a las previsiones y del 19% respecto a 2008, la reducción presupuestaria, que se traduce en casi mil millones de euros (968.446.258 concretamente) menos que el pasado ejercicio, era un ejercicio de obligado cumplimiento en defensa de los intereses de los vizcainos y del futuro económico del Territorio Histórico a medio plazo una vez que se superen los momentos de recesión. Dicho de otro modo, la Diputación ha optado por apretarse el cinturón, un cinturón de hierro para una economía de guerra, con la intención sin embargo de mantener los principales servicios sociales y las proyectos estratégicos de Bizkaia para poder cambiar el sentido de los números de cara al siguiente ejercicio. Consecuentemente, los dos departamentos privilegiados en las cuentas para el próximo año son los de Acción Social y Transportes y Urbanismo. El primero de ellos no sólo aumenta porcentualmente su dotación sino que también lo hace en el global, con 52 millones más que el pasado año, con lo que uno de cada dos euros del gasto departamental se destinará a ayudas sociales, es decir, directamente a las personas. El segundo también verá incrementada su dotación presupuestaria en 8 millones de euros, un 6%, y entre ambos y Obras Públicas, pese a que este último sufre una reducción de 52 millones, se llevan la parte del león del disponible para los Departamentos. Lógicamente, el resto de áreas sufrirán los rigores de la crisis y el reflejo de ésta en unas cuentas forales que tratan de limar en todo lo posible el gasto corriente o de gestión anteponiendo el complicado eje por el que Bizkaia deberá moverse al menos el próximo año para iniciar la recuperación con éxito: recortar el gasto sin que esto suponga una merma ni en el servicio al ciudadano, especialmente a los más débiles y afectados por la penuria económica, ni en las inversiones en proyectos ya definidos y considerados tractores para que la economía general del territorio levante el vuelo y responda a la previsión foral: un aumento de la recaudación del 9,5% el próximo año pese a que la presión fiscal se mantendrá en los mismo parámetros para las rentas más bajas. En definitiva, el proyecto de presupuestos, que tiene asegurada su aprobación en Juntas Generales, dibuja un ejercicio de priorización, no por elemental y sencillo, y conforma en líneas generales unas cuentas públicas acordes con el momento que atraviesan la economía y también la sociedad de Bizkaia.