Aunque toda la columna sufre el desgaste ocasionado por el paso de los años y por las agresiones de las enfermedades reumáticas y traumáticas, la región lumbar es la más afectada. La columna cervical soporta el peso de la cabeza, la columna dorsal, la cabeza, los brazos y el tórax, y la columna lumbar todo lo anterior y el abdomen. Sufre más desgaste la base que la cima, aunque la gente se queja más de la columna cervical, equivocadamente.

Reposo no más de 48 h.

Durante la fase aguda de una lumbalgia es necesario el reposo y la inmovilidad. El reposo absoluto no suele ser necesario más allá de las 24 o 48 horas. Una inmovilidad prolongada hace que la musculatura que soporta a la columna se debilite, (atrofia muscular). Y las vértebras, por la falta del estímulo del ejercicio muscular, pierden calcio, (osteoporosis). Así pues, pasada esta fase aguda, hay que tratar de fortalecer la zona y hacerla más segura y resistente.

Además del reposo es muy recomendable la aplicación de calor en la zona lumbar. Generalmente es suficiente ponerse una faja de neopreno en la cintura. Es cómoda de llevar y su manera de actuar es conservando el calor que produce el cuerpo. Es en una tira ancha de aspecto de goma que se pone alrededor de la cintura, sin apretar, encima de la ropa interior. Se sujeta por el velcro que lleva en los extremos. El precio de la misma en una farmacia o en la ortopedia suele ser mayor que en un gran almacén o en una tienda de deportes. La calidad tiene que ver en parte con el precio, pero es suficiente con la barata. A veces vienen etiquetadas como fajas de Fitness, para lo que no es conveniente, o de Adelgazar, para lo que no sirve.

También se puede aplicar calor externo por medio de una manta eléctrica. En este caso se debe poner en el nivel mínimo, desde el primer momento, y nunca directamente sobre la piel. Tanto la faja de neopreno como la manta eléctrica pueden sustituir a las famosas corrientes que habría que dejar para casos resistentes, y ser prescritas por el especialista.

Estos agentes físicos, por sí solos, no tienen un valor significativo a la hora de resolver el problema si la lumbalgia es crónica. La fisioterapia o masaje, la acupuntura, la manipulación vertebral y la aplicación de calor son también útiles para preparar la zona para los ejercicios.

No al sobreesfuerzo en los ejercicios

La columna vertebral por sí sola no es capaz de sostener nada, ni tan siquiera a sí misma. Lo que hace que sea el sostén del cuerpo es, fundamentalmente, la musculatura paravertebral. Dicho en lenguaje vulgar, los lomos. Si conseguimos que se fortalezcan, la columna estará bien soportada, y los discos intervertebrales no sufrirán una presión desproporcionada que los altere, aplaste y los empuje fuera de su sitio.

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Los ejercicios se realizan sobre una superficie dura: el suelo, una mesa o una camilla. La mayoría tumbado, unas veces boca arriba y otras boca abajo, según sean de flexión o de extensión. Se deben hacer todos los días, durante 15 minutos, aproximadamente, 2 o 3 veces al día.

La intensidad de los mismos, así como la duración de cada sesión, tiene que ser lentamente progresiva. Los ejercicios intensos y realizados en toda su amplitud, forzando, no son buenos y son la causa de contracturas de esfuerzo. En la gimnasia, incluso en las personas sanas, se producen lesiones por sobreesfuerzo, sin que, muchas veces, el interesado se dé en cuenta en el momento. No siempre ocurren por la sobrecarga de los músculos que realizan activamente el movimiento, sino por el estiramiento inadecuado de los destinados a hacer el movimiento contrario, y que deben estar relajados cuando trabajan los opuestos. Al cabo de uno o dos días se notarán los efectos de la lesión, que puede tardar semanas en curar. Por eso está indicado el calentamiento previo y el enfriamiento posterior.

Consejos higiénico-posturales

  •  El sobrepeso es altamente perjudicial, por lo que hay que corregir la obesidad.
  •  Descartar calzados inadecuados y tacones altos.
  • No coger pesos que estén delante de uno.
  • Evitar en lo posible agacharse y levantarse.
  • Procurar no estar mucho tiempo de pie.
  • Dormir en cama firme de lado con las rodillas flexionadas. 
  •  No dormir nunca boca abajo.
  • Si la cama no es grande, es mejor dormir solo.
  • Para levantarse de la cama hacerlo girando hacia un lado con las piernas flexionadas. Sentarse en el borde de la cama. Luego hacer unos movimientos de calentamiento antes de ponerse de pie.
  • No sentarse en ningún momento en sofá bajo.
  • No colocar las piernas estiradas sobre una banqueta. 
  • La altura de la silla debe permitir los cambios de postura y que los pies descansen en el suelo.
  • La espalda debe estar apoyada, en su mayor parte en el respaldo de la silla.
  • Debajo de la mesa debe haber espacio suficiente para que las piernas estén en ángulo recto.
  •  Al conducir el coche desplazar el asiento un poco más adelante que su posición habitual.
  •  El paciente debe repasar todas sus actividades diarias para adaptarlas una correcta higiene postural y funcional. Tiene que procurar mantener la postura correcta y una marcha fisiológica. Es fundamental la realización, todos los días, de los ejercicios de rehabilitación y mantenimiento.