Este informático convertido en youtuber y agricultor para su propio consumo apuesta por los productos ecológicos. No le importan las acelgas con agujeros o que los tomates no tengan una forma casi perfecta. Siempre ha sentido atracción por la tierra, que cuida y mima. No utiliza nutrientes químicos y su producción alimenta a la familia, porque no vende. “Lo que tú haces siempre sabe mejor. Unos tomates cultivados en casa saben diferente, mejor, son exquisitos”, asegura. Cerca de Oviedo tiene la finca que nutre de frutas y verduras su mesa.

PERSONAL

Edad: 42 años (29 de marzo de 1980).

Lugar de nacimiento: Tarragona.

Formación: Estudió Informática, pero tras años tratando con los ordenadores cambió la fría tecnología por la naturaleza. En concreto, por la agricultura. Era su pasión desde niño y puso su vida patas arriba. 

Trayectoria: Se fue con su familia a vivir a Asturias en 2008, a Las Regueras, cerca de Oviedo. Tiene una finca de 3.500 metros cuadrados destinados al ocio familiar, a árboles frutales, y 80 metros cuadrados para una huerta que le evita pasar por las grandes superficies a comprar verduras. En 2012 decidió compartir sus experiencias con los demás y nació, en blog y en YouTube, La huertina de Toni. Este año ha publicado un libro, Vente al huerto.

Es usted un informático que se metió a agricultor. Parece raro mezclar la fría tecnología con la calidez que supone la agricultura.

No creas, llega un tiempo en el que todas las personas queremos conectar con la naturaleza. Desde niño el plantar semillas y recoger los frutos tenía una atracción sobre mí. Este proyecto, esta huertina, habla mucho de mí. Me metí en el mundo de los ordenadores, pero siempre estaba este deseo de tener mi propio huerto. Compramos una finca en Asturias y me dediqué a cultivar. En aquella época seguía a un hombre por Youtube que sembraba unos ajos muy curiosos, muy grandes.

¿Montó su huerta partiendo de unos ajos?

Más o menos. Le pedí unos ajos y me llegó un paquete. Me sorprendió el gesto de una persona a la que no conocía de nada. Estaba tan agradecido que subí un vídeo para enseñarle cómo sembraba los ajos, con la inocencia de que pensaba que nadie más lo iba a ver. Pero ese vídeo gustó mucho. Y como era época de sembrar habas, también subí un vídeo de cómo lo hacía yo. Así empezó La huertina de Toni.

Se ha puesto de moda tener un mini huerto en casa.

Hoy en día, la gente tiene verdadera pasión por cultivar productos que va a utilizar en sus comidas, y cultivamos en la terraza, en el balcón, y hasta en la cocina. Un balcón es un espacio reducido; siempre se puede cosechar algo, pero no para alimentarte de ello. Sí se pueden cosechar unos tomates, que te van a saber muy buenos en una ensalada, o unos pimientos, unos rabanitos o unas lechugas. En una casa también se puede cosechar y disfrutar de esos productos que has cultivado tú. Cuando cultivamos en terrazas y balcones ese es el germen de querer más. Hay quien empieza en espacios pequeños y va a más.

¿Somos objetivos y esos productos son mejores que los comprados? ¿Por qué nos gustan más esos tomates que han crecido en un espacio propio?

El hacerlo tú mismo tiene un matiz de mayor satisfacción. Saben mejor que los que compras en una tienda porque han crecido en un espacio que es tuyo, porque los has cuidado y porque están recién cortados cuando los echas a una ensalada. Hacer algo con nuestras propias manos hace que el sabor y el disfrute sean diferentes, que nuestro paladar saboree ese producto de otra forma. Está claro que sabe diferente. Simplemente, sabe.

¿Qué consejos daría a esos aspirantes a agricultores caseros?

Lo que siempre aconsejo es empezar poco a poco. Mucha gente se emociona y se viene arriba. Esto es como cuando la gente descubre el esquí y sin experiencia alguna, sin saber si le va a gustar de verdad, se compra toda la equipación y al final solo va una vez. Esto es un poco igual. En la huerta hay que empezar poco a poco, no querer abarcar mucho. No siempre disponemos del tiempo necesario que necesita una huerta. Mi consejo es empezar el primer año por un metro cuadrado o dos, poner cultivos e ir probando cuál se te da mejor y cuál peor.

Prueba-error.

Eso es. Mi consejo es empezar siempre por cultivos de ciclo corto, que en 50 o 60 días ya puedas empezar a cosechar, sobre todo para que te motive a seguir y a emprender nuevas aventuras en la tierra.

"Si cultivas algo te sabe diferente, o simplemente, sabe”

¿Cuántos años lleva cultivando su huerto?

Unos dieciséis, eso sin contar lo que hacía cuando era pequeño. De niño era un desastre y no me salía nada, pero sí fue germinando el deseo de comer lo que cultivaba.

¿Se vive mejor de agricultor que de informático?

Es diferente. Ahora vivo con más paz, tranquilo, sin el ajetreo del trabajo, que requiere plazos, prisas... Quizá no viva mejor en cuanto a lo monetario, pero sí que estoy mejor en cuanto a tranquilidad. Es que disfruto mucho cultivando la tierra.

¿Qué hace con lo que le da la huerta?

Se abastece mi casa y los excedentes no los vendo. Están mi madre, mis hermanas y hermanos. Al final, doy de comer, entre comillas, al resto de la familia. Si aún así sobra, damos producto a alguna asociación benéfica. No suelo vender, sobre todo porque yo cultivo en ecológico y en ocasiones te encuentras con que las acelgas vienen con agujeros, y por no tener que andar preocupándome por no tener un producto perfecto prefiero no meterme en esos berenjenales.

¿Qué es lo que suele cultivar?

Pongo de todo, y en el canal del blog suelo poner algún cultivo diferente para que la gente lo conozca. Habitualmente pongo lo típico: tomate, pepino, lechugas, calabacín… El año pasado, llevé al canal el cucamelón.

¿Qué es?

Es una especie de mini pepino sandía. Tiene unos frutos muy ricos, muy sabrosos, muy pequeñitos y muy diferentes a lo que estamos acostumbrados. También pusimos el yacón, un tubérculo que es muy aprovechable. 

¿Cómo consigue esos vegetales tan particulares?

Cuando viajo tengo un vicio: visitar viveros y tiendas de semillas locales. Voy mucho a los mercados, los típicos mercados de abastos. Los productos que ofrecen son diferentes. Una vez estuvimos en Vietnam y me traje un montón de semillas de allí, como el pak choi, una verdura exquisita. Ahora es más conocida en España, pero entonces, no. Me escribe gente de fuera y me comenta ciertos cultivos. Yo lo pruebo, lo hago durante un año sin grabar nada, y luego, cuando he entendido qué necesidades tiene, hago los vídeos.

Agricultura ecológica frente a la agricultura convencional. Hay quien la apoya y pero también tiene sus detractores. ¿Qué ventajas tiene la ecológica?

Tienes razón, hay polémica en torno a esos dos sistemas de cultivo. Siempre he defendido que cada uno haga lo que quiera. En mi caso, siempre me ha gustado saber lo que me como, y para ello tengo que seguir el ciclo natural de las plantas. Prefiero no añadir nada de lo que no sepa la procedencia. Esos productos nos lo vamos a comer mis hijas y yo. Quiero saber de dónde viene todo. Cultivo en ecológico para alimentarme bien y por cuidar la tierra.

A veces se usan insectos que se comen a otros insectos y eliminan las plagas.

Exactamente, yo utilizo fauna auxiliar. Hay insectos que le hacen la vida mucho más fácil al hortelano. Están las mariquitas, las crisopas, las avispas alfareras que se comen orugas... Tenemos insectos que nos ayudan a combatir plagas y otros insectos que colaboran en ampliar la producción, aunque también hay otros que lo que quieren es comerse lo que producimos.

¿Cuántos metros se necesitarían para tener una minihuerta de consumo doméstico?

Para alimentarse de verduras cultivadas por nosotros, es decir cubrir un 60% y un 70% de nuestras necesidades, sin contar legumbres, cereales o patatas, necesitaríamos entre 50 o 60 metros cuadrados. En un huerto pequeño puedes poner tomates y en medio lechugas o zanahorias. De esa forma se puede aprovechar el espacio.

A todos nos gusta comer sano, pero la agricultura ecológica no resulta apta para todos los bolsillos. ¿Por qué es tan cara?

La agricultura en la que no utilizas nutrientes químicos no es tan grande como si los utilizaras. Frente a un tomate ecológico, la agricultura convencional sacaría tres o cuatro, por decirte algo, aunque quizá no sean esas cifras. Pero es cierto que al no utilizar nutrientes químicos es posible que la producción sea mucho más reducida.

¿Cómo sabemos que los tomates que echamos en nuestras ensaladas son ecológicos y no una cara tomadura de pelo?

Tengo un amigo que es productor ecológico y se dedica a la venta de cestas de huerta y he hablado de esto con él. Hemos llegado a la conclusión de que la forma de saber que estamos comprando en ecológico es conocer al hortelano que vende. De la otra forma, te tienes que fiar de la tienda, aunque supongo que la mayoría son fiables. Hay certificaciones que se tienen que cumplir, inspecciones... Si alguien tiene la certificación no habría por qué dudar. 

Vente al huerto. Un título muy sugerente para animarnos a embarrarnos y conseguir tener nuestra propia huerta. ¿Asegura que si seguimos sus consejos tendremos tomates, lechugas o pepinos en la mesa de casa?

Ja, ja, ja… Conseguirás la huerta. Huertos existen desde hace siglos, así que no tenemos que pensar que es difícil. Siempre digo que mis productos son más light. Las acelgas que recojo tienen agujeros, los tomates no son perfectos, pero sí riquísimos. Sigue mis consejos y conseguirás los mismos productos que en una tienda, pero con una calidad mucho mayor y con un sabor diferente. Además, conseguirás cuidar la tierra. No busco la perfección, y además, mi hoja de acelga ha alimentado a un caracol, así que hay para todos.

¿Cómo surgió este libro?

De forma natural. Los que me siguen en internet me pidieron el libro y tras tanto insistir decidí condensar toda la información que he podido dar durante estos diez años de forma ordenada. A veces, en los vídeos y en el blog el problema que tienes es que no sigues un orden.