Vive entre dos mundos diferentes, su país de origen, Rumanía, y el de acogida, España. Llegó con nueve años y cuenta que al principio la integración no fue fácil para él y sus padres. La confianza de determinadas personas y su ayuda consiguieron que pudieran salir adelante. Es abogado por titulación académica, pero escogió un sendero diferente que no va por los temas legales, los tribunales y los despachos. Siempre le había interesado escribir y en la poesía vio su lugar natural. Es una de las voces literarias que más suenan en la actualidad y puede vivir de sus poemas. Defiende su país a capa y espada y le gustaría que se diluyera la imagen que algunos tienen de él.

PERSONAL

Edad: 29 años.

Lugar de nacimiento: Leresti (Rumanía). Cuando tenía nueve años sus padres abandonaron su país y se instalaron en Madrid.

Formación: Es graduado en ADE y Derecho y ha cursado dos másteres.

Trayectoria: Tras terminar sus estudios en la universidad estuvo trabajando durante casi un año en un bufete de abogados. Escogió la carrera con la finalidad de poder cambiar lo que no le gustaba en esta sociedad, al menos algunas cosas. Empezó utilizando internet para publicar poesía. Las editoriales se fijaron en su red social y le propusieron publicar. Desde el primer libro tuvo éxito y tomó la decisión de dejar atrás la abogacía y focalizar todos sus esfuerzos en la escritura.

Poesía: Con tal de verte volar tuvo 17 ediciones y ha tenido gran éxito en México, Colombia y España. Su segundo poemario fue Ahora que ya bailas, y con él se consagró como una de las voces la poesía más potentes de su generación. Este año ha publicado Ojos de sol, nuevo poemario en el que habla de temas sociales.

Novela: Cuando seas mayor ha sido su primera y única incursión en este género, aunque no descarta continuar en él y crear nuevas historias.

¿Cómo es una mirada con Ojos de sol?

Esa mirada nace de la búsqueda de una voz generacional y de un simple ejercicio de observación que hice sobre los problemas sociales que afloran entre los 20 y los 40 años. Esta reflexión parte de una pregunta: ¿Qué somos cuando nos miramos a un espejo? También hay otras cuestiones a resolver: ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? ¿De dónde venimos?

¿Se responde mejor a estas preguntas desde la poesía?

Puede que sí, al menos en mi caso. Con la poesía puedes responder a una amplia variedad temática.

¿Tiene relación por haber salido de su tierra, Rumanía, siendo un niño?

Hablo en cuatro partes: la raíz, el tallo, los pétalos y la flor. Esa nostalgia y esa vuelta al pasado, hacia la raíz, hacia el lugar en el que crecí y pasé una parte de mi infancia, es algo que me define y que me ha llevado a lo que yo soy hoy en día. El capítulo La raíz es la parte más personal del libro. Intento llevar al lector hacia la parte inicial de todas mis cosas y a reflexionar sobre las suyas.

¿Siguen sus raíces en su país de origen?

Están donde a uno le quieren mucho y donde uno se siente a gusto cuando duerme, cuando duerme bien. Yo te diría que no duermo tan a gusto en ningún sitio como en los Cárpatos rumanos.

Donde usted descansa bien es un lugar muy cercano a Ucrania, un país en guerra.

Estamos al lado. Es terrible y lamentable lo que está ocurriendo, pero se ha dado una respuesta muy positiva por parte de muchos países. La sensación es de incredulidad por lo que está pasando, por que no pare de una vez. También hay una sensación de desconfianza en el resto de Europa.

¿Desconfianza o miedo?

Miedo también, y está la impotencia de no poder hacer nada más que condenarlo. Y me pregunto: ¿Por qué tanto poder reside en manos de unos pocos? ¿Por qué por nada se realiza una invasión que nadie quiere?

Frente a otros conflictos, algunos aún vigentes, la acogida de ciudadanos ucranianos ha sido extraordinaria. Nada que ver con lo ocurrido con Siria.

Es cierto. La cercanía y el color de la piel son determinantes. Me alegro de la acogida que han tenido los ciudadanos ucranianos, porque la necesitaban, pero las diferencias respecto a otros conflictos tienen un componente racista que espero que Europa algún día pueda explicar. Algunos países sí hicieron su trabajo con la guerra de Siria, pero mi país no lo hizo. Fue muy reticente a acoger a los refugiados sirios, pero todo es política. Escuché en la radio a una señora decir que a los ucranianos se les acoge porque son como nosotros. ¡Qué barbaridad!

Es un pensamiento más generalizado de lo que creemos.

Sí, y a mí me indigna muchísimo. El componente racial en muchas acciones es indignante. En mi libro hablo también sobre el racismo y sobre todas cosas que ocurren y que a algunos les parecen normales.

Su nuevo poemario, ‘Ojos de sol’, habla de temas sociales.

Su nuevo poemario, ‘Ojos de sol’, habla de temas sociales.

¿Qué borra de la identidad de una persona el ser emigrante?

Lo primero, el nombre.

Usted se lo cambió.

Tengo un poema que se titula La vergüenza de llamarse George Mihaita Gane. Sí me cambié el nombre y borré una parte de mi identidad real. Se borra la huella y las cosas que no vives y que quizá debieras haberlas vivido de haber estado en tu lugar de origen. Y se borra algo tan íntimo como la despedida de un ser querido que muere en la distancia. Estos son algunos de los temas que trato en el poemario Ojos de sol.

Supongo que asentarse en Madrid no fue fácil para su familia. Era empezar de cero.

La integración cuesta bastantes años y cambiar un mundo por otro, siendo tan diferentes, también ha sido un reto. No es nada fácil, pero tengo que reconocer que nosotros tuvimos suerte. Encontramos gente que nos acogió, nos enseñó y de alguna forma nos adoptó. Estamos muy agradecidos por algo que resulta tan humano y tan bello. He escrito un poema al respecto: Otros niños.

Gitanos rumanos, un cliché que salta cuando hablamos de su país.

A veces se genera una imagen que dista mucho de la realidad. A la mayoría de nosotros nos ha dado vergüenza en algún momento de nuestras vidas reconocer que somos rumanos. Lo que he querido con este libro es explicar a la gente que no pasa nada por venir de otro sitio, por venir de un sitio complicado. Sabemos que nuestro lugar de origen no tiene la mejor imagen, pero lo interesante es el ser humano que todos llevamos dentro y la naturaleza de cada uno.

"Hay muchas formas de encontrarte con los lectores: una son las redes, otra los libros...”

En 2019 publicó una novela prácticamente autobiográfica, Cuando seas mayor, pero ha vuelto a la poesía. ¿Va a abandonar el género de la novela?

Tengo intención de llevar los dos géneros a la par. Me siento muy cómodo escribiendo novela y estoy muy a gusto cuando hago poesía. Son dos procesos diferentes, pero ambos los disfruto. Creo que se alimentan muy bien el uno del otro. Me siento en casa con los dos géneros.

El mundo de la poesía ha quedado en manos de gente muy joven.

Desde hace unos años se han creado unos movimientos muy fuertes a través de las ventanas que suponen las redes sociales. En ellas, una generación de gente joven estamos haciendo mucho ruido. Tenemos también la suerte de publicar en buenas editoriales y trabajamos con equipos que confían en nuestro trabajo. 

Muchos no entienden la publicación en redes, supongo.

Es cierto, pero hay muchas formas de encontrarte con los lectores: una de ella son las redes, otra los libros. Hay controversias, pero entiendo la poesía con un alma muy libre y es una mesa en la que se puede sentar absolutamente todo el mundo. Hay sitio para todos.

Los poetas actuales son jóvenes, ¿también son jóvenes los lectores?

En mi caso, la mayoría eran jóvenes, pero es cierto que con Ojos de sol estoy notando una crecida en cuanto a la edad de mis lectores. Conmigo siguen estando los que se apuntaron cuando empecé a publicar, son más de mi edad, pero creo que en estos siete años ellos también han crecido y se han alimentado de mis libros y de los de otros autores.

¿No se ha arrepentido nunca de haber dejado el despacho de abogados, un lugar menos vulnerable que el de la poesía?

No, desde luego que no. Creo que tomé una buena decisión. Lo único que busco en mi vida, mi objetivo principal, es poder dormir tranquilo, estar en paz. Me gusta pensar que lo que hago cuando escribo es que este mundo sea un poco más tranquilo y más digno.

Seguro que a sus padres no les hizo mucha gracia su decisión de escribir.

Bueno, yo cumplí con mi cometido. Terminé mis estudios, acabé la carrera y dejé cerrados mis compromisos académicos. Pero sí que hubo reticencias y discusiones al respecto. Al fin al cabo, ellos tienen que comprender y respetar que no deja de ser la vida de uno, y uno elige cómo quiere vivir su vida. Tengo la fortuna de poder publicar libros y de tener una voz dentro de una generación.

¿Ha estado recientemente en Leresti (Rumanía)?

Fui en la segunda semana de febrero, poco antes de que comenzara la invasión de Ucrania. Estuve allí con varios amigos de Madrid, recorrimos toda la zona de los Cárpatos y les encantó el país.

Un país que usted recomienda en todas las entrevistas.

Muchísimo. Es el gran desconocido de Europa. Es un país muy tranquilo que te hace conectar con la naturaleza, con la tierra. Tiene un entorno salvaje impresionante y te hace reflexionar de una manera muy pura y muy bella.