Dimite el primer ministro de Nepal tras las violentas protestas
Miles de jóvenes incendian su residencia oficial tras unos choques con más de 25 de muertos
El primer ministro de Nepal, Sharma Oli, presentó ayer su dimisión en plena ola de protestas contra el Gobierno por la prohibición del acceso a las principales redes sociales y el aumento de la corrupción, unas manifestaciones que se saldaron con mas de veinticinco muertos. El mandatario, que en un inicio se había negado a abandonar el cargo a pesar de las demandas de los manifestantes, cedió finalmente y presentó su renuncia en un intento por frenar los disturbios, que afectan principalmente a Katmandú, donde las protestas continúan a pesar de que las autoridades han decidido revertir la restricción a estas plataformas, según informaciones del diario The Himalayan.
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En una misiva enviada al presidente del país, Ramchandra Paudel, Oli reparó en las “circunstancias extraordinarias” que envuelven al país y citó la necesidad de que exista una “solución política constitucional” que ponga fin a la crisis desatada. Paudel, que ha visto su propia vivienda vanzalizada e incendiada, anunció que había aceptado la carta de renuncia de Oli.
El primer ministro había abogado hasta ahora por permanecer en el puesto a pesar de los llamamientos a “hacerse cargo” de la situación en las calles y “responsabilizarse” de la violencia registrada durante unas protestas que también han dejado alrededor de 500 heridos.
Otras dimisiones
Poco antes de que el primer ministro diera un paso a un lado, el ministro de Agricultura de Nepal, Ramnath Adhikari, presentó también su dimisión, que se suma a la del jefe de la cartera del Interior, Rasmesh Lekhak, que renunció el lunes al puesto. Adhikari citó como principal motivo de su dimisión la “respuesta autoritaria” dada por el Gobierno a las protestas, en las que las fuerzas de seguridad han hecho uso de fuego real contra la población civil. “En vez de reconocer el derecho de la población a cuestionar la democracia y manifestarse, el Estado ha respondido con represión, asesinatos y el uso de la fuerza, lo que lleva al país a un modelo autoritario, en vez de a uno democrático”, aseveró, según informaciones recogidas por el diario The Kathmandu Post. Es por ello que defendió que no puede “permanecer en el poder” sin que estas acciones “reciban una respuesta adecuada”. “Es un comportamiento violento contra una generación con la que habría que colaborar para construir la nación”, dijo, en relación con los miles de jóvenes que se encuentran al frente de las manifestaciones.
La situación, que ha provocado incluso la suspensión de todos los vuelos en el Aeropuerto Internacional Tribhuvan de Katmandú, ha suscitado graves preocupaciones sobre la seguridad en la capital del país. El alcalde, Balendra Shah, pidió “calma” a los manifestantes tras la dimisión del primer ministro y alertó de la “pérdida del bienestar”, que es en realidad, “la pérdida de las propiedades”.
Evacuados de sus residencias
El Ejército ha comenzado a evacuar a los miembros del Gobierno de sus respectivas residencias, una operación que está siendo llevada a cabo con el uso de helicópteros y que responde a varios ataques sufrido contra sus propiedades.
Los manifestantes prendieron fuego a la residencia de Oli, así como a la sede central del gubernamental Partido Congreso Nepalí. También la sede de la Presidencia, del Tribunal Supremo, del Parlamento y de la Fiscalía han sufrido ataques de este tipo, por lo que la situación sigue siendo tensa en muchos distritos de la capital a pesar de que se han anunciado toques de queda en diversas zonas. Las autoridades han impuesto estas medidas en Katmandú, LAlitpur y Bhaktapur con el objetivo de “evitar nuevos enfrentamientos”.
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