El Gobierno de Israel confirmó ayer la aprobación de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania, una medida que incluye la construcción de nuevas colonias en territorio palestino y la legalización de otras que hasta ahora las autoridades israelíes consideraban como ilegales.
La medida fue confirmada por el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, quien afirmó que “es una decisión generacional” que llega “58 años después de la liberación de Judea y Samaria”, en referencia a la ocupación israelí de Cisjordania desde 1967.
“Hemos tomado una decisión histórica sobre los asentamientos. Habrá 22 nuevos asentamientos en Judea y Samaria –nombre bíblico de Cisjordania–, se renuevan los asentamientos en el norte de Samaria y se refuerza la zona oriental del Estado de Israel, muro protector de Israel”, dijo en su cuenta en la red social X.
Así, habló de “gran día para los asentamientos” y “día importante para el Estado de Israel”, al tiempo que ha subrayado que la medida llega tras “duro trabajo” y “persistente liderazgo”. “Hemos tenido éxito a la hora de crear un profundo cambio estratégico”, argumentó.
El ministro destacó que “el Estado de Israel ha sido devuelto al camino de construcción, el sionismo y la visión”. “Los asentamientos heredados de nuestros ancestros son un muro protector para el Estado de Israel y hemos dado un enorme paso para reforzarlo. El próximo paso es la soberanía”, zanjó, en referencia a la anexión de Cisjordania.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseveró que la decisión “refuerza el control” de este territorio palestino ocupado y supone “una respuesta decisiva al terrorismo palestino”.
La confirmación llega después de que varios medios israelíes informaran durante el último día de que el gabinete de seguridad había dado su aprobación a esta medida, presentada por Katz y Smotrich. La resolución sigue a la decisión de Israel hace dos semanas de aplicar el sistema de registro de tierras en el Área C de Cisjordania por primera vez desde la ocupación de estos territorios palestinos en 1967, un hecho condenado tanto por la Autoridad Palestina como por Jordania.
Críticas de Hamás
Desde el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) criticaron la decisión de las autoridades israelíes porque “supone una nueva confirmación de que la ocupación criminal sionista sigue imponiendo realidades sobre el terreno y acelerando la judaización de la tierra palestina con un proyecto de anexión encabezado por un Gobierno de terroristas y extremistas liderado por (el primer ministro, Benjamin) Netanyahu”.
“Esto supone un desafío flagrante a la voluntad internacional y una grave violación del Derecho Internacional y las resoluciones de Naciones Unidas”, señaló el grupo islamista palestino, que ha pedido a Naciones Unidas y a la comunidad internacional que “den pasos urgentes que vayan más allá de las condenas formales y adopten medidas prácticas y disuasorias para hacer frente a los intentos de liquidar la causa palestina”.
Así, insistió en que es necesario “poner fin a las políticas de anexión y expansión de los asentamientos, que constituyen un crimen de guerra y una limpieza étnica”.
Respecto a un posible alto el fuego en Gaza, Hamás anunció que estudia la nueva propuesta presentada por el mediador estadounidense Steve Witkoff que incluye la liberación de rehenes en Gaza.
En un comunicado difundido en sus canales, indicó que “los dirigentes de Hamás han recibido la nueva propuesta de Witkoff de los mediadores y la están estudiando responsablemente” de manera que sirva a los intereses del pueblo gazatí, “proporcione alivio y logre un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza”.