El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señaló ayer que el alto el fuego en el Líbano “se mantiene”, ya que tanto Israel como el grupo chií Hizbulá lo “siguen queriendo”. “El alto el fuego se mantiene y estamos utilizando el mecanismo que se estableció cuando surge alguna inquietud sobre cualquier presunto informe de violaciones”, señaló Blinken.

El jefe de la diplomacia estadounidense consideró que la razón de que se mantenga es, “fundamentalmente, que ambas partes, es decir, Israel y Hizbulá a través del gobierno libanés, querían y siguen queriendo el alto el fuego”.

Blinken dijo, en este sentido, que cualquier alto el fuego, si se va a mantener, “necesita tener algo en vigor para verificar y tratar cualquier preocupación o acusación de violaciones”. El alto el fuego en el Líbano es producto, dijo, “de una diplomacia intensa y sostenida para lograrlo”.

“Eso es lo importante sobre lo que fuimos capaces de establecer, trabajando con Francia. Tienes un mecanismo de supervisión. Si hay preocupaciones de que una parte o la otra está violando el alto el fuego, viene a nosotros y de una forma u otra, implicamos a las partes. Eso es exactamente lo que ha pasado”, expresó.

El Líbano continúa pendiente de la aplicación de la tregua entre el Ejército de Israel y el grupo chií Hizbulá después de repetidas de violaciones del alto el fuego que han dejado varios muertos.

Por su parte, las autoridades de Líbano elevaron ayer a más de 4.000 los muertos a causa de los ataques ejecutados por Israel desde el 8 de octubre de 2023, incluidos más de 3.400 desde la intensificación de la ofensiva contra el partido-milicia chií Hizbulá a mediados de septiembre.

El ministro de Sanidad libanés, Firas Abiad, señaló que hasta la fecha se han confirmado 4.047 fallecidos y 16.638 heridos, entre ellos 3.402 muertos y 14.655 heridos desde el 15 de septiembre, según el diario libanés L’Orient-Le Jour.

Ofensiva en Gaza

Mientras tanto, miles de palestinos salieron ayer de Beit Lahia, en el norte de Gaza, en una nueva evacuación forzosa de la zona, que permanece bajo un intenso asedio del Ejército israelí desde hace 60 días, en los que han muerto o desaparecido más de 3.700 personas. Los evacuados utilizaron la calle Salah al Din, uno de los dos principales corredores que atraviesan el enclave de norte a sur, para huir de la zona.

“Decenas de heridos entre los desplazados en la calle Salah al Din”, denunció el periodista Anas al Sharif, uno de los pocos informadores que permanece en el asediado norte de Gaza, que aseguró en sus redes de difusión que drones cuadricópteros israelíes abrieron fuego contra ellos.

En las imágenes en redes se ve a miles de palestinos, cargando mochilas, bicicletas y otras pertenencias, avanzando por una vía de tierra donde los edificios a ambos lados están completamente destruidos, tras más de 14 meses de guerra y más de dos meses de asedio militar que han dejado más de 2.700 muertos en Beit Lahia, Beit Hanoun y Yabalia, según fuentes médicas. Las autoridades sanitarias estiman en otros 1.000 los desaparecidos, mientras que los servicios de Defensa Civil, encargados de extraer cuerpos entre los escombros, llevan sin poder funcionar a causa de la ofensiva más de un mes y medio.

Desde la noche, el Ejército israelí ha emitido nuevas órdenes de evacuación en Beit Lahia, según fuentes locales, a través de altavoces montados en drones cuadricópteros. “Vino una aeronave y nos echó de la escuela”, explica una niña en un vídeo difundido en uno de los numerosos canales palestinos que siguen los desplazamientos.