El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo ayer que el cáncer del rey Carlos III “se ha detectado pronto” y confirmó que mantendrá sus contactos semanales para informarle sobre la actividad de gobierno. “Nuestros pensamientos están con él y su familia. Afortunadamente, esto se ha detectado a tiempo”, declaró el líder conservador a la emisora BBC Radio 5 Live. Rishi Sunak también deseó que el monarca “reciba el tratamiento que necesita y se recupere completamente”.

“Eso es lo que todos esperamos y por lo que oramos; por supuesto, estoy en contacto regular con él y continuaré comunicándome con él con normalidad”, agregó.

Carlos III apareció ayer por primera vez en público tras ser diagnosticado de cáncer, pocos minutos después de haber mantenido un breve encuentro con su hijo menor, el príncipe Enrique, que viajó desde EE.UU. para visitarlo. Un sonriente y aparentemente fatigado Carlos saludó desde el coche junto a la reina Camila a los curiosos y los reporteros apostados en las inmediaciones del Palacio de Buckingham.

Se trató de la primera ocasión en que el rey puso ser visto después de que se anunciase que ha sido diagnosticado con un tipo de cáncer no especificado, contra el cual ya ha comenzado su tratamiento. Desde Buckingham, partió en helicóptero de vuelta hacia su mansión campestre de Sandringham, en el este de Inglaterra, donde descansará mientras completa su terapia.

Según anunció la casa real, el soberano ha suspendido toda su agenda pública por tiempo indefinido, aunque seguirá desarrollando sus tareas de Estado, como las audiencias semanales con el primer ministro, Rishi Sunak, o la rúbrica de textos legislativos. En su estancia en Londres, adonde llegó desde Sandringham para comenzar ayer su tratamiento, Carlos III recibió al príncipe Enrique, duque de Sussex, para mantener una reunión que los tabloides sensacionalistas han catalogado de “excepcionalmente corta”.

Enrique puso rumbo a la capital británica al poco de enterarse personalmente por su propio padre de su enfermedad. Tras un vuelo de 11 horas desde su hogar en California (Estados Unidos), Enrique llegó a primera hora de la tarde al aeropuerto de Heathrow, para dirigirse en un convoy de vehículos hacia Clarence House, residencia en Londres del soberano.

A juicio de la prensa británica, su reunión fue el primer cara a cara entre ambos desde el funeral por la reina Isabel II en septiembre de 2022.