El acuerdo alcanzado anoche entre los cuatro mayores partidos de derechas de Finlandia tras casi dos meses de negociaciones supondrá la formación del Gobierno más conservador de la historia reciente del país nórdico, según medios locales.

La coalición está compuesta por el partido conservador Kokoomus, vencedor en las elecciones del pasado abril, el ultraderechista Verdaderos Finlandeses -segunda fuerza del país-, el Partido Popular Sueco (SFP) -representante de la minoría suecohablante de Finlandia- y los cristianodemócratas.

Los cuatro partidos suman 108 de los 200 escaños del Eduskunta (Parlamento finlandés), por lo que tienen asegurada una cómoda mayoría para sacar adelante las políticas de austeridad que prometieron durante la campaña.

El líder conservador, Petteri Orpo, será el nuevo primer ministro de Finlandia, relevando a la todavía presidenta del Partido Socialdemócrata, Sanna Marin, quien dejará ese cargo en septiembre cuando sea elegido su sucesor.

Orpo y las líderes de los otros tres partidos de la coalición tienen previsto presentar su programa de gobierno en la tarde del viernes.

Aunque todavía no se conocen los detalles, ha trascendido que el próximo Ejecutivo tiene intención de reducir la deuda pública mediante un ajuste presupuestario de 6.000 millones de euros durante los próximos cuatro años.

Para ello, aplicará fuertes recortes en los servicios sociales y los subsidios por desempleo y aumentará los impuestos sobre los medicamentos, los eventos deportivos, la cultura y el ocio.

Al mismo tiempo, buscará aumentar los ingresos del Estado mediante la creación de 100.000 nuevos puestos de trabajo durante la próxima legislatura, con reformas del mercado laboral y de los servicios de empleo.

Las negociaciones entre los cuatro socios fueron más arduas de lo previsto, según reconocieron sus líderes, y finalmente necesitaron siete semanas de discusiones exhaustivas para alcanzar un acuerdo programático, el proceso más largo en muchas décadas.

El partido de ultraderecha Verdaderos Finlandeses, liderado por Riikka Purra, llegó incluso a amenazar con retirarse de las negociaciones si no eran aceptadas sus propuestas de endurecer las políticas de inmigración y recortar al máximo las partidas destinadas a la ayuda al desarrollo.

Otra de sus exigencias fue suavizar las actuales políticas climáticas del país nórdico, que considera "demasiado ambiciosas", y compensar de algún modo el alza del precio de los carburantes fósiles.

Su principal oponente en estas cuestiones fue el SFP, un partido de derechas en lo económico pero de valores liberales, que finalmente logró rebajar las demandas de la ultraderecha.

Esta es la segunda vez que la formación nacionalpopulista Verdaderos Finlandeses llega al poder, tras formar parte de la coalición gubernamental junto al Partido de Centro y los conservadores entre 2015 y 2017.

Aquella inédita coalición no duró mucho tiempo, ya que los centristas y los conservadores -que ya entonces lideraba Orpo- expulsaron del Ejecutivo a sus socios mediada la legislatura.